Tres niveles de acabado y una edición especial
Al contrario que muchos modelos actuales, el C4 Cactus se queda con cuatro estrellas Euro NCAP en lugar de las cinco habituales. Esto se debe a que en el apartado de equipamiento de seguridad sólo logra un 56% pese a contar con control de estabilidad y limitador de velocidad de serie, así como avisador del cinturón de seguridad en los dos asientos delanteros.
En el resto de apartados si cuenta con buenas puntuaciones: un 82% en protección a ocupantes adultos, un 79% en protección a ocupantes infantiles y un 80% en protección a peatones gracias al diseño de su parachoques y su capó. Eso sí, la carrocería parece proteger bien las zonas vitales de los ocupantes incluso en accidentes graves.
Ahora bien, lo que más destaca para la seguridad del día a día del coche es el Airbump: los rectángulos negros del lateral, compuestos por cámaras de aire sobre la chapa revestidas de poliuretano. Este sistema tan simple no sólo protege de la climatología y el paso del tiempo, sino también de posibles impactos y roces: Citroën asegura que se podría chocar un carro de la compra sin que sufriera arañazos y el medio español Autofácil lo comprobó, siendo cierta la afirmación.
El C4 Cactus se ofrece al público en tres niveles diferentes de acabado: el básico Live, Feel y el tope de gama Shine. Más tarde apareció la edición especial Rip Curl con un toque surfero, compartiendo motores tanto con el Feel como con el Shine – existe además una versión Business para uso profesionales, similar al Live pero con el motor BlueHDi con cambio manual como única opción. Existen hasta ocho colores diferentes de carrocería: rojo, gris, negro, marrón, amarillo, azul, blanco y el llamado ‘Jelly Berry’.
En el primer acabado sólo se puede escoger el PureTech de 82 caballos o el BlueHDi de 100, ambos con cambio manual de cinco marchas. Las llantas son de 16 pulgadas y trae dos opciones importantes: el Pack Live (con aire acondicionado y kit de manos libres Bluetooth) y el Connect Box, un sistema de llamada de emergencia situado encima del espejo retrovisor central.
El resto de motores de gasolina sí están disponibles en el acabado Feel, así como el BlueHDi con la caja de cambios ETG6. Un detalle curioso es que los Airbumps se pueden configurar en color gris en lugar del negro habitual. Se ofertan además dos packs: el navegador (que incluye navegador, función de reproducción de música y sistema de audio) y el Pack Feel negro, con climatizador automático, encendido automático de luces, sensor de lluvia, llantas de aleación y función ‘Cornering Light’ en los faros antiniebla, girando de manera automática en las curvas.
En el último acabado sólo están disponibles el PureTech 110 y el BlueHDi 100, tanto con cambio manual como automático. A nivel de aspecto gana algunas opciones de equipamiento y llantas de diecisiete pulgadas, pero lo importante está en el Pack Park Assist: este paquete incluye sensores de aparcamiento tanto delante como detrás, así como una cámara de visión trasera. Otro extra destacable es el techo panorámico de alta protección térmica.
La versión especial Rip Curl cuenta con cinturones naranja y altavoces de las puertas del mismo color, así como un techo panorámico. Cuenta también con el mismo software de control de tracción Grip Control del Peugeot 2008 (puede ajustarse en la consola central), aunque son sus neumáticos Goodyear los que hacen más bien al agarre que el software según Car Magazine.