Sólo un motor y de gasolina
El Honda Jazz 2018 es un vehículo predominantemente urbano, con el que realizar alguna escapada por carreteras rápidas de manera cómoda, gracias a la buena habitabilidad de su interior. Pero su motor 1.3 de 103 caballos es algo justo para ir rápido o superar determinadas situaciones como realizar adelantamientos con seguridad y, por encima de las 3.000 vueltas, el ruido que penetra en el habitáculo es considerable.
En cambio, en ciudad, es un motor muy suave y silencioso, con una respuesta correcta a bajo régimen. Puede estar asociado a un cambio manual de seis relaciones o automático de variador continuo. El cambio más recomendable por tacto y respuesta es el manual. tiene unos recorridos cortos y precisos y un escalonamiento que permite extraer toda la potencia del motor en las cinco primeras marchas, dejando la sexta para consumir mejor combustible en autovía.
Por su parte, el cambio automático es perfecto para circular en entornos urbanos porque el salto de una marcha a otra es suave y responde bien. Pero, cuando salimos a la carretera, el comportamiento ya no es tan bueno. Se produce la descoordinación típica en este tipo de transmisión cuando se pisa fuerte el acelerador, entre el régimen de giro y la velocidad a la que va el coche.
En otro orden de cosas, las suspensiones son blandas para buscar el mayor confort a bordo. Absorben bien las imperfecciones del terreno, transmiten seguridad a los ocupantes y hasta permiten una cierta agilidad en carretera de curvas, siempre y cuando no circulemos demasiado rápidos, ya que los balanceos de la carrocería se sienten notablemente. Esa agilidad en las curvas se debe principalmente al sistema Agile Handling Assist, que frena la rueda del interior de la curva y traslada más fuerza a la del exterior, para mejorar la trazada.
La gama de motores que equipa el Honda Jazz es muy reducida, tanto que únicamente dispone de una mecánica de gasolina. Este motor puede ir combinado a un cambio manual de seis velocidades o a otro automático CVT de variador continuo.
Se trata de un bloque 1.3 i-VTEC de 4 cilindros atmosférico que rinde 103 caballos a 6.000 rpm y 123 Nm de par a 5.000 vueltas. Asociado al cambio manual, alcanza los 100 km/h en 11’2 segundos y declara un consumo medio de 5 litros.
En cambio, con la transmisión automática, las prestaciones empeoran sensiblemente, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 12 segundos, pero mejora el consumo en 2 décimas, homologando 4’8 litros.