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Una oferta basada en el diesel
Además del interior, muchas piezas provienen del A4 y, pese a la diferencia en cuestión de peso, aerodinámica y distancia con respecto al suelo de los dos, Audi ha conseguido que el Q5 tenga un manejo similar. La precisión ha mejorado bastante con respecto al modelo saliente y, gracias a la tracción integral Quattro, el agarre no falta en ningún momento (además está el sistema inteligente Ultra, que desconecta y conecta el eje trasero cuando sea necesario).
La dirección funciona de una manera bastante más óptima que en el Q5 de 2009, si bien el medio británico Car Magazine considera que debería ser algo más pesada para transmitir una sensación más directa, sobre todo en el modo Dinámico. La suspensión neumática con control de dureza son capaz de mover el coche sobre terrenos escarpados: el modo Allroad eleva la altura unos 25 milímetros mientras que el Offroad sube el coche 20 milímetros más.
Ahora bien, está claro que este crossover no es un vehículo con el que salir a divertirse a la carretera, pese a que tiene una buena base debajo (tampoco tiene una cantidad de motores de gran potencia). Para eso Audi tiene ya en el mercado el S Q5 con 354 caballos, teniendo en sus cartas la posibilidad de elevar el nivel con una versión RS Q5.
Audi considera que el motor diesel es el que más se va a vender en el mercado, dado el buen funcionamiento que ha demostrado durante estos años. En este terreno tiene el 2.0 TDI con varios niveles de potencia, además de un 3.0 V6 turbo con 286 caballos y caja de cambios Tiptronic de ocho marchas que llegará al mercado más adelante. Por otro lado, el único motor gasolina es el 2.0 TFSI de 252 caballos que también monta el A5 en su acabado más deportivo.
Motores gasolina del Audi Q5
El 2.0 TFSI de 252 caballos de potencia es el único motor gasolina que tiene el Q5 en la actualidad (exceptuando el 3.0 TFSI V6 del S Q5). De entrada viene equipado con la caja de cambios automática S Tronic así como la tracción integral Quattro – ahora bien, esta elección encarece el modelo en gran medida: entre el diesel de base y el gasolina hay 15.300 euros de diferencia.
El propulsor más utilizado en este modelo es el 2.0 TDI, disponible en tres niveles de potencia: 150, 163 y 190 caballos. El más básico viene con cambio manual y tracción delantera, pero los otros equipan ya el automático S Tronic y la tracción Quattro (lo que provoca una diferencia de precio superior a los 6.000 euros). El 3.0 TDI V6 de 286 caballos, por su parte, aterrizará en nuestros mercados después de que lo haga el 2.0 TDI de 150 caballos.