Tecnología Mild-Hybrid
Aunque el nuevo Audi A7 Sportback 2018 representa un concepto moderno de coupé deportivo con cinco puertas, las sensaciones que transmite al volante se acercan más al confort que a la deportividad. Es más dinámico que un Audi A8, pero no llega a ese punto de deportividad que se puede esperar cuando se observa desde fuera. Se puede decir que es un coche más deportivo en su diseño que en su conducción.
Sí puede ser muy ágil, si equipa la opción de la dirección dinámica a las cuatro ruedas. es un sistema que ya tienen varios modelos en el mercado, mediante el cual, las ruedas traseras giran en el sentido contrario de las delanteras por debajo de 60 km/h y en el mismo sentido cuando se supera esa velocidad. Esto permite que el coche maniobre mejor a baja velocidad y sea más estable en carreteras rápidas. Así mismo, la dirección es muy asistida, como ocurre en los modelos de Audi. Es muy directa y precisa, pero no transmite lo que ocurre debajo de las ruedas.
Las sensaciones deportivas se pueden multiplicar con el diferencial trasero deportivo y con las suspensiones deportivas que rebajan la altura del coche y sostiene mejor la carrocería. Hay dos tipos de suspensiones más, aparte de la de serie: una de dureza variable y otra neumática de dureza variable. Esta última es la que proporciona el mayor grado de confort a bordo. En cambio, el Audi A7 Sportback 2018 no puede equipar una de las joyas técnicas del Audi A8, la suspensión inteligente Audi AI, que lee los baches y prepara las suspensiones para amortiguarlos mejor.
El Audi A7 Sportback 2018 se puede pedir con un motor de gasolina de 340 caballos o uno diésel de 286 caballos. El primero va acoplado a una transmisión de doble embrague S-Tronic de siete velocidades, mientras que el diésel va asociado a un cambio de Tiptronic convertidor de par y ocho relaciones. La tracción siempre es integral Quattro.
Ambos motores, y los que lleguen en el futuro, se benefician de la nueva tecnología Mild-Hybrid que ya estrenó el Audi A8. Consiste en un motor eléctrico de 48 voltios que funciona como motor de arranque y, aunque no puede impulsar al coche en modo eléctrico, sí permite circular con el motor apagado en determinadas circunstancias, entre 55 y 160 km/h, cuando el conductor no pisa el acelerador. Según Audi, este sistema logra un ahorro de combustible de 0’7 litros por kilómetro.
Se trata de un bloque V6 3.0 TFSI turboalimentado que eroga 340 caballos y 500 Nm de par a partir de las 1.370 vuelta y hasta las 4.500. Acelera de 0 a 100 km/h en 5’3 segundos y declara un consumo medio de 6’9 litros.
En la versión de gasóleo contamos también con un bloque V6 3.0 TDI con 286 caballos y 620 Nm de par entre las 2.250 y 3.000 vueltas. Acelera de 0 a 100 km/h en 5’7 segundos y consume una media oficial de 5’6 litros.