Un crossover muy basado en el A4
Al igual que ocurre con el A5, el estilo y la apariencia en general de la cabina del Q5 procede de manera directa del A4, con quien comparte gran parte de su base. Con esto en mente, uno puede esperar los mismos asientos con los que cuentan las berlinas – inclinados de manera que la espalda no esté en posición vertical, sino que recline hacia detrás y alivie algo de peso a la zona cervical. Los mandos están también en una posición cómoda.
El navegador MMI es el elemento que más destaca en la consola central con una pantalla TFT de 12,3 pulgadas, siendo el sistema común en buena mayoría de los coches del Grupo Volkswagen. Aunque de manera opcional, el Q5 puede equipar el Audi Virtual Cockpit, que sustituye el cuentakilómetros y velocímetro normal por uno digital o bien se puede configurar para que ofrezca todo tipo de información que el conductor quiera consultar, manteniendo la esencial a un lado siempre.
El nuevo Q5 ha crecido en 34 milímetros de largo y cuatro de alto con respecto al modelo de 2012, aunque por otro lado se ha hecho cinco milímetros más estrecho. Con estas dimensiones supera tanto al BMW X3 y al Mercedes-Benz GLC SUV, aunque en tamaño le superan el Mitsubishi Outlander, el Skoda Kodiaq y el Mercedes GLC Coupé – si bien este es medio metro más bajo con el consecuente menor espacio para cabezas detrás.
El Audi Q5 tiene 550 litros de espacio en el maletero (diez más que el modelo anterior), equiparándose ahora con el BMW X3, el Mercedes GLC SUV, el Nissan X-Trail y el Mitsubishi Outlander, superando además los 500 litros del BMW X4 o el Mercedes GLC Coupé. Ahora bien, los líderes de este apartado entre los SUV compactos son el Skoda Kodiaq con 720 litros y el Peugeot 5008 con 580 litros.