Por ahora, pocos motores
La mayoría de los SUV compactos urbanos comparten una misma característica y es el hecho de estar construidos sobre la misma plataforma y chasis del turismo del que derivan. Cuando esto es así, es difícil encontrar diferencias notables en la conducción. El Volkswagen T-Roc utiliza la misma plataforma MQB del Golf y del Tiguan y, aunque es 10 centímetros más alto que el Golf, las sensaciones al volante apenas cambian.
El T-Roc transmite mucha sensación de seguridad y de tener todo bajo control, porque el puesto de conducción es elevado, la visibilidad hacia adelante es muy buena y permite un mayor dominio de la carretera. Aunque es un todocamino, las reacciones recuerdan mucho al Golf. Se muestra muy estable en las curvas y, aunque no es tan deportivo ni ágil como el turismo, sí se le acerca, con unas suspensiones que filtran muy bien, a la vez que sujetan la carrocería correctamente.
Las versiones con tracción total tienen un programa llamado 4Motion Active Control con cuatro programas de funcionamiento: Street y Snow, para asfalto, y Off-Road y Off-Road Individual para circular por caminos de tierra. El sistema actúa sobre el control de tracción para mejorar el agarre, según la vía por donde se circule. Además, siempre que se equipe la tracción total, el T-Roc pueden incluir un sistema con cinco modos de conducción: Confort, Normal, Sport, Eco e Individual. Según el modo seleccionado, modifica la respuesta del motor, el cambio (si es automático) la dirección, el climatizador y el programador de velocidad activo.
La oferta de motores disponible ahora mismo incluye dos mecánicas de gasolina, de 116 y 190 caballos, y una diésel de 150 caballos. Más adelante, se sumará una de gasolina intermedia, con 150 caballos, y dos diésel con 115 y 190 caballos. Según versiones, la caja de cambios puede ser manual de seis relaciones o automática DSG de doble embrague y siete velocidades. Igualmente, se podrá combinar con tracción delantera o total.
Por un lado, está disponible el 1.0 TSI de 3 cilindros y turboalimentado que entrega 116 caballos y un par máxima de 200 Nm entre las 2.000 y 3.500 vueltas. Acelera de 0 a 100 km/h en 10’1 segundos y declara un consumo medio de 5’1 litros.
Por otro lado, el 2.0 TSI con 200 caballos y 320 Nm de par, entre las 1.450 y 4.200 revoluciones. Asociado al cambio DSG y tracción 4Motion, acelera de 0 a 100 km/h en 7’2 segundos y homologa un consumo mixto de 6’8 litros.El único motor diésel disponible por el momento es un 2.0 TDI de 150 caballos y 340 Nm, combinado con la transmisión DSG y tracción 4Motion. Alcanza los 100 km/h desde parado en 8’4 segundos y consume una media oficial de 5’1 litros.