El éxito de ventas se renueva desde abajo
Aunque a primera vista tenga una silueta muy similar y la forma en definitiva sea casi la misma, lo que ha hecho Audi con el Q5 es remodelarlo desde abajo y crear una nueva generación, que llega ahora al mercado tras ocho años desde el estreno de la primera generación del crossover. En los últimos años ha conseguido un número de ventas más que considerable, uniendo la moda de este tipo de vehículos y la calidad de los productos de la marca de Ingolstadt.
El Q5 ha sido construido partiendo de la plataforma MLB Evo, la misma que el Q5, el A4 o el A8 – además del Volkswagen Touareg y el Bentley Bentayga. El uso de una plataforma común no sólo hace que se abaraten los costes de producción (y por tanto de venta al público), sino que también ha producido coches más ligeros: en el caso del Q5 con el motor 2.0 TFSI, el peso se reduce en hasta noventa kilogramos, mientras que en otros modelos se reduce en unos sesenta kilos.
Por fuera el Q5 continúa con el paso evolutivo que han dado todos los modelos de Audi: los faros se vuelven más alargados y afilados, contando con xenón en las versiones más asequibles y full LED en los niveles de acabado superiores – en los faros traseros, que también tienen una forma similar, se utilizan LED desde el principio. La parrilla frontal también se ha agrandado, mostrando una apariencia actualizada con respecto al Q5 visto hasta el momento.
Este coche, que consigue mejorar al primer Q5 en casi todos los apartados posibes, es también una respuesta a los movimientos de sus principales ya que BMW cuenta con el X3 y Mercedes con la Clase GLC como rivales directos del Q5. A nivel de tecnología cuenta con las mismas armas que el resto de los Audi, con elementos como el navegador MMI que reposa sobre la consola central.