IVA incluido Servicio en concesionarios oficiales Impuesto de circulación incluido Garantía incluida a nivel nacional Incluye matriculación
Solo dos de gasolina, de momento
La mayoría de crossovers urbanos suelen ofrecer una sensación de conducción similar a la de un turismo, con la diferencia de que el puesto de conducción es más alto y permite una mejor visibilidad frontal. Esta, unida a la practicidad, es una de las razones por las que muchos conductores se decantan por este tipo de vehículos.
Precisamente, unos de los aspectos más destacable del Volkswagen T-Cross es la visibilidad que ofrece su puesto de conducción, que permite un control del coche en todos los ángulos. Es un coche muy cómodo y fácil de conducir en cualquier circunstancia, porque sus reacciones transmiten mucha seguridad. El comportamiento de las suspensiones es bueno, aunque sin ser brillante. Tienen un esquema sencillo, pero sujetan bien la carrocería, transmitiendo cierta agilidad para ser un todocamino, sin balanceos y cabeceos excesivos.
No podemos esperar muchas emociones, en parte, debido a la potencia que ofrecen sus motores, pero, en líneas generales, es un coche que agradará a la mayoría de conductores a los que va dirigido.
Como ocurre con la mayoría de sus rivales, no es un vehículo pensado para circular fuera del asfalto, aunque su altura al suelo de 18 centímetros le permite transitar por caminos poco exigentes, con relativa seguridad. Además, carece de ayudas como un control de descensos y un control de tracción específico para adaptar la tracción al terreno, como sí tienen algunos de sus rivales, por tanto, queda claro que su uso es más indicado para carretera.
La gama mecánica con la que inicia la comercialización el Volkswagen T-Cross se compone, únicamente, de dos motores de gasolina tricilíndricos, de 95 y 115 caballos. La tracción siempre es delantera y el cambio es manual de cinco velocidades en la versión de 95 caballos, mientras que el de 115, puede tener una transmisión manual de seis relaciones o automática DSG de doble embrague y siete marchas.
La oferta se completará más adelante con un tercer motor de gasolina 1.5 TSI de cuatro cilindros y 150 caballos, que incluye el sistema de desconexión de cilindros para ahorrar combustible. Solo habrá una opción diésel, representada por un 1.6 TDI de 95 caballos.
Se trata del conocido bloque 1.0 TSI de tres cilindros con 95 y 115 caballos. El primero desarrolla 175 Nm entre las 2.000 y 3.500 vueltas, declara un consumo medio de 4,9 litros y unas emisiones de CO2 de 112 gr/km. El de 115 caballos ofrece un par máximo de 200 Nm, entre las 2.000 y 3.500 vueltas y homologa las mismas cifras de consumo y emisiones.