La variedad como máxima
El Volkswagen Beetle 2017 se siente como un auténtico coche deportivo, sobre todo si apuestas por las versiones que hacen más evidente esta vocación, es decir, el acabado R-Line y el Dune, aunque el comportamiento de esta última invita más al off-road que a las altas velocidades. Dicho esto, es un vehículo que te enamora con una dirección directa aunque más asistida que, por ejemplo, el Golf y un chasis algo blando pero cuya torsión provoca muy pocos balanceos en las curvas, tal y como comenta Autobild en su prueba. El cambio DSG no decepciona y su comportamiento resulta muy dinámico, perfecto para un coche con el que puedes cirular tranquilo en su versión descapotable pero también cuando buscas los vértices de las curvas en una carretera de montaña.
No puedes, ni debes, esperarte un coche con un nivel de aislamiento de la talla del Golf. El Beetle no pretende eso sino “tocarte la patata” emocional y que dejes a un lado durante unos segundos, minutos o horas tu yo más racional. Tiene una mirada muy gamberra que la gente enseguida observa porque llama mucho la atención y al volante transmite ese mismo sentimiento. El Volkswagen Beetle tiene todo lo que un coche especial debería tener en su mecánica, por lo que si es tu elección desde luego que te lo pasarás en grande a sus mandos y con sus excelentes prestaciones.
El Volkswagen Beetle 2017 no cambia su configuración de motores en su última actualización, de manera que mantienen los mismos bloques en el modelo del año 2012. Por tanto el descapotable de VW sigue ofreciendo tres opciones de motores gasolina y otras dos de tipo diésel, un abanico especialmente amplio con el objetivo de llegar a todos los posibles conductores que podrían interesarse en este coche, desde jóvenes que simplemente reclaman un coche pintón al que todos miren pero también a los 'buscadores de sensaciones' en un vehículo pequeño, ligero y con un innegable ADN deportivo.
En total son tres las especificaciones de motores gasolina que se ofertan con el Volkswagen Beetle. La primera es un bloque de 1.2 litros TSI que genera una potencia máxima de 105 CV y unos consumos según Volkswagen de 5,4 litros cada 100 kilómetros. Le sigue el 1.4 TSI de 150 CV, el escalón medio de la gama, cuyos consumos apenas varian con respecto al motor menos potente (unos 5,7l/100km). La opción más potente de toda la gama pertenece al 2.0 TSI tan conocido de Volkswagen y que en el caso del Beetle le otorga una potencia de 220 CV. Esta diferencia de empuje también se percibe en los consumos, que coquetean con los 7 litros a los 100. Los de 150 y 220 CV pueden equiparse con la caja de cambios automática DSG del grupo alemán.
En lo que se refiere a las mecánicas movidas por gasóleo, el nuevo Volskwagen Beetle 2017 cuenta con dos propulsores dentro de esta gama. Ambos forman parte del bloque 2.0 TDI aunque la potencia varía de 110 a 150 CV en función de la versión que se escoja. Los consumos de gasolina para el de 110 son de 4,3 litros según las cifras que facilita Volkswagen y de 4,6 litros en el caso del de 150 CV, que además puede equipar el DSG de manera que dicho consumo se ve reducido.