Conducción fácil y placentera
El Renault ZOE se puede elegir en dos versiones. Estrena un motor de 136 caballos y se mantiene el anterior de 108 caballos, de acceso a la gama.
Renault ZOE R110
La versión de acceso a la gama equipa el sistema de impulsión del anterior ZOE. Se trata de un motor eléctrico de 80 kW, equivalentes a 108 caballos, y 225 Nm de par. Acelera de 0 a 100 km/h en 11,4 segundos y alcanza los 135 km/h de velocidad máxima. Se apoya en una batería de iones de litio de 52 kWh que le permite una autonomía de 395 kilómetros. Homologa un consumo medio de 17,2 kWh/100 km, según el ciclo WLTP.
El nuevo motor del ZOE genera 100 kW de potencia, unos 136 caballos, y 245 Nm de par. Acelera de 0 a 100 km/h en 9,5 segundos y alcanza los 140 km/h. La batería es idéntica, con 52 kWh de capacidad, pero la autonomía se reduce hasta los 386 kilómetros, según el ciclo WLTP. El consumo medio homologado es de 17,7 kWh/100 km.
La batería tarda nueve horas y media en recargarse, conectándola a una toma de 7 kW. A esta potencia, se consiguen recargar 38 km por cada hora de recarga, según la marca francesa. Con una toma de 11 kw, se consiguen recargar 63 km a la hora y, en con una toma de 22 kW, hasta 125 km. La potencia máxima a la que se puede recargar el Renault ZOE es 50 kW, con la que se consiguen 150 km por cada hora.
Como todos los coches eléctricos, el Renault ZOE resulta muy fácil y cómodo de conducir. Solo hay que estar pendiente del volante y del acelerador y freno. Con respecto al primer ZOE, Renault ha mejorado el sistema de frenada regenerativa. Ahora es posible elegir entre dos modos, el que viene por defecto, al colocar la palanca del cambio en la posición D, que frena poco el coche al soltar el pedal del acelerador, y otro cuando se activa la posición B, que frena más y permite conducir haciendo uso únicamente del pie del acelerador. De esta forma, es más cómodo circular por ciudad, sobre todo, en atascos, y recupera más energía.
Con el nuevo motor de 136 caballos, el comportamiento dinámico del ZOE ha ganado varios enteros. Aumentan las prestaciones, aunque pesa más que antes, la capacidad de aceleración es notable y permite hacer adelantamiento con mucha seguridad. Es un coche pensado, casi exclusivamente, para la ciudad, pero su motor, chasis y autonomía le permiten salir a carretera como cualquier otro coche. Tiene unas suspensiones firmes que controlan muy bien la carrocería, impidiendo excesivos balanceos.
El pedal del acelerador tiene un tacto extraño al principio. Tiene una primera parte del recorrido en la que la aceleración no es fulgurante y parece que tenga menos potencia de la que realmente homologa. Solo cuando se pisa a fondo, se notan los 136 caballos del motor eléctrico y la aceleración sí es contundente. De esta forma, se ahorra energía, al no entregar todo el par desde el inicio, además de favorecer una conducción más suave.