Pequeño gran eléctrico
Los coches eléctricos siguen buscando la forma de estar màs presentes en nuestro día a día, y sin duda con el último paso adelante dado por el Renault Zoe 2017, el camino que está siguiendo la marca del rombo es perfecto para que más pronto que tarde este tipo de vehículos puedan meter en problemas a utilitarios movidos por combustión. El Zoe, de momento, sigue rivalizando principalmente con el Nissan Leaf y ambos son los eléctricos con mayor autonomía y que en general transmiten un mejor comportamiento de todo su segmento.
En el caso del Zoe, esto se debe a un motor de 92 CV que empuja fuerte desde abajo y que no se amilana cuando alcanza la región media del cuentavueltas. No va sobrado ni mucho menos, pero desde luego su respuesta es mucho más sorprendente de lo que cabría esperar. No tendrás problemas para llegar a los 120 km/h, aunque es una velocidad a la que su batería empezará a sufrir de forma evidente. Y es que el Zoe, al igual que todos los eléctricos, sigue sin dar con la tecla para recuperar la energía de la batería cuando se circula por autopista a gran velocidad.
Eso sí, y rompiendo una lanza en favor de Renault, la nueva batería de 44 kWh es un acierto mayúsculo. Siguiendo una conducción 'lógica' a este tipo de coche, es decir, por tramos de ciudad con cruceros medio-bajos y utilizando varios desniveles para que la batería se recupere, los 300 kilómetros de autonomía son una cifra más que verdadera. Con dicha capacidad, algunos utilitarios seguro que empezarán a mirar con recelo los avances del Zoe en términos de autonomía. A todo ello también hay que sumarle una conectividad fantástica y repleta de asistentes que, en un coche del segmento B, no son nada habituales. De esta forma el Renault Zoe, además de ser eficiente con el medio ambiente, también lo es con nuestra seguridad. En resumen, varios pasos adelante que marcan una senda optimista en la que el Zoe se encuentra en una posición de privilegio.