Salpicadero nuevo
En términos de diseño, el interior también es bastante similar al Cayenne anterior, en parte porque sigue siendo un coche del Grupo Volkswagen (entre los Audi y Volkswagen suelen haber bastantes elementos comunes, además de otros Porsche como el Macan) y en parte porque mantiene el ADN de Porsche. Es amplio y con buenos materiales, manteniendo algunas cosas esenciales como el cuadro de mandos analógico en lugar de los cada vez más comunes digitales.
Donde sí que cambia y con diferencia es en la consola central, con una gigantesca pantalla táctil horizontal (con 12,3 pulgadas y alta resolución, casi tan grande como el volante) que comparte también con el Panamera. En lugar de tener las funciones en posición horizontal a lo largo de la consola central, está montada en el mismo plano que la palanca de cambios, la cual se ha elevado a una posición superior incluso a donde irían las rodillas del conductor.
Siendo un todoterreno de este tamaño (unos 4,86 metros de largo) el Cayenne ofrece cinco plazas cómodas a sus ocupantes, con mucho espacio tanto para la cabeza como para las rodillas. Esto ocurría en el modelo anterior y en este puesto que la distancia entre ejes es más o menos la misma. Lo que sí se ha conseguido es que por dentro el nuevo Cayenne sea algo más vistoso que el anterior, lo que hace que uno pueda sentirse más a gusto.
El maletero es una de las grandes mejoras de este modelo, pues ha pasado de 670 a 770 litros cúbicos de capacidad. Con esto no sólo ha dejado atrás a otros rivales como el BMW X5 o el Mercedes-Benz GLE Coupé (ambos con 650 litros) sino que adelanta a otros como el Volvo XC90 (721 litros) o el Mercedes-Benz GLS con sus 680 litros. Sigue habiendo algunos por delante como el Audi Q7 (890 litros) o el Mitsubishi Montero (860 litros).