Deportivo y cómodo
Una vez dentro, el BMW X4 ofrece el mismo nivel de calidad que acostumbra la marca en todos sus modelos. La consola central está ligeramente orientada hacia el conductor. Tiene los aireadores en la parte superior y, debajo, los controles de la climatización, con una pantalla LCD que muestra la temperatura. En la parte superior del salpicadero, tenemos una pantalla que proyecta el contenido del sistema multimedia y puede ser de 6,5 pulgadas o 10,25 en el acabado más alto.
Hay tres sistemas de información y entretenimiento disponibles. El más básico, Business y Professional. Este último incluye la pantalla de 10,25 pulgadas y navegador, tiene un funcionamiento excelente y la navegación por los múltiples menús es sencilla. Se puede controlar de forma táctil o mediante un mando en el túnel central. Además, puede recibir algunas órdenes por gestos y voz. El sistema Business también incluye navegador, aunque con la pantalla más pequeña.
El cuadro de instrumentos tras el volante también puede ser digital, de forma opcional, con una pantalla de 12,3 pulgadas que proyecta toda la información sobre la conducción. Se puede configurar en cuatro formatos, Eco, Pro, Comfort y Sport y cambia el color en función del modo elegido. Sin embargo, no permite visualizar el navegador, como sí hacen otros cockpit del mercado.
La sensación de calidad general del habitáculo es muy alta. El salpicadero y los paneles de las puertas están revestido con materiales blandos de buena calidad, también encontramos molduras que pueden ser de aluminio o en madera, según el acabado, y superficies con acabado en negro piano. Hay dos tipos de asientos, lo que vienen de serie y otros más deportivos que agarran mejor en los laterales. Opcionalmente, pueden estar tapizados con varios tipos de piel, tener ajuste eléctrico, calefacción y ventilación.
En contra de lo que cabe esperar en este tipo de vehículo de aspecto coupé, el espacio para los pasajeros del SUV coupé de BMW es amplio, con cotas similares a las de un BMW X3. Con respecto a su principal competidor, el Mercedes-Benz GLC Coupe, las plazas traseras son más amplias. Hay mucha distancia para las piernas. Lógicamente, el diseño del techo penaliza el acceso y el espacio para la cabeza, que es la única pega que se le puede poner a este habitáculo. Delante, se viaja con mucha comodidad.
El maletero es grande, ofrece 525 litros, que no están nada mal para ser un SUV coupé. Es un poco más grande que el del GLC Coupe y más pequeño que el del BMW X3. El portón deja una boca de carga muy amplia y cómoda para cargar bultos, la superficie es completamente plana y tiene unas formas muy regulares para aprovechar todo el espacio disponible. Hay unos huecos en los laterales para alojar pequeños objetos y, debajo, cuenta con otro hueco, más pequeño. La banqueta trasera no se puede deslizar, pero los respaldos se pueden reclinar en proporción 40:20:40.