Dos opciones diésel y dos gasolina
El Citroën C5 Aircross es un crossover compacto enfocado claramente hacia el confort y a ofrecer un elevado nivel de comodidad a los pasajeros en largos viajes. Para lograrlo, además de los asientos Advanced Comfort antes mencionados, está equipado con el nuevo sistema de suspensión con amortiguadores progresivos hidráulicos que estrenó el nuevo C4 Cactus.
Estas suspensiones incluyen unos topes hidráulicos en cada extremo que amortigua mejor los movimientos y proporciona un efecto de "alfombra voladora", similar al de las antiguas suspensiones hidroneumáticas de Citroën. Esto aporta al SUV compacto de Citroën una comodidad de marcha superior a la de la mayoría de sus rivales y permite a sus ocupantes devorar kilómetros sin resentirse. En ciudad, es también un vehículo muy cómodo, porque supera sin problemas cualquier obstáculo de la carretera, como baches y pasos sobre elevados.
Donde ya no se comporta tan bien es a la hora de afrontar carreteras estrechas llenas de curvas, donde la suspensión tan blanda sujeta peor la carrocería y se dejan sentir más las oscilaciones. Esto no significa que el C5 Aircross no sea seguro ni transmita confianza, sino que se tarda más tiempo en adaptarse a sus reacciones. No es un coche tan dinámico como algunas de sus alternativas en el segmento y se muestra poco ágil en curvas.
Como la gran mayoría de todocaminos, el Citroën C5 Aircross no es un vehículo preparado para hacer una conducción off road, pero sí tiene algunos sistemas de seguridad que le permiten circular con más seguridad que otros fuera del asfalto. Equipa el sistema Grip Control, que incluye control de descensos y actúa sobre el control de tracción, a través de cinco modos de conducción, adaptándolo al tipo de superficie para no perder adherencia. A esto hay que sumarle los 23 centímetros de altura libre al suelo, convirtiéndolo en uno de los SUV más altos de su categoría.
El Citroën C5 Aircross ofrece una gama de motores que, sin ser muy amplia, sí cubre las necesidades de la mayor parte de conductores. Hay dos mecánicas diésel, de 130 y 180 caballos, y otras dos de gasolina, con potencias idénticas. Las versiones menos potentes llevan cambio manual de seis relaciones y las más potentes van asociadas al cambio automático AET8 de ocho velocidades. Todas las versiones tienen tracción delantera, no hay ninguna opción con tracción total.
La gama de gasolina arranca con el 1.2 PureTech de tres cilindros turbo que eroga 130 caballos, que homologa un consumo medio de 5,3 litros y unas emisiones de CO2 de 121 gr/km. El siguiente es un bloque de cuatro cilindros 1.6 turbo de 180 caballos, con un consumo medio de 5,7 litros y unas emisiones de 129 gr/km.
La gama diésel queda representada por el nuevo 1.5 BlueHDi de 130 caballos, con un consumo medio de 4,1 litros y unas emisiones de 108 gr/km. Y un 2.0 BlueHDi de 180 caballos, que declara un consumo mixto de 4,7 litros y unas emisiones de CO2 de 124 gr/km.