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Misma potencia que el GLE
En los modelos normales del Clase GLS, la conducción es similar a lo que se puede esperar en un principio de un todoterreno y de un Mercedes-Benz: tranquila, con el confort y el placer en mente, con un manejo que aunque sea con una configuración blanda no se mueve de manera torpe por carreteras. Por ejemplo, la dirección es bastante precisa y fácil de llevar, pero no es capaz de dar ninguna clase de sensación al volante, ni siquiera en modo Sport.
A nivel de conducción da unos pasos por delante del Clase GL al que reemplaza, ya que la base es la misma y lo que se han cambiado son aspectos aquí y allá, como puede ser en la suspensión o en la transmisión – cabe destacar, por ejemplo, que el Clase GLS incorpora la caja de cambios automática 9G-Tronic de nueve velocidades. Esto hace que, con los mismos motores diesel del GL, el consumo en carretera se vea reducido gracias a unos cambios de marcha más óptimos.
Como ocurre con otros modelos de Mercedes-Benz, las versiones más normales tienen este carácter, siendo más pensados para los que quieren un coche cómodo que para los que quieren un coche emocionante. Para esto están las versiones AMG, con unos reglajes mucho más rígidos y una potencia a rabiar: el Clase GLS 63 ofrece la friolera de 577 caballos provenientes de un V8 5.5 Biturbo.
La gama de motores que tiene el Mercedes GLS 2018 – al menos en el mercado español – es idéntica a la que se ofrece en el GLE, el todoterreno que se sitúa justo por debajo en la cadena de modelos de la marca germana. Por tanto, cuenta con los mismos dos motores de gasolina y el mismo motor diesel, sin que haya (al menos por el momento) versiones eléctricas o híbridas en su repertorio.El GLS 400 es el Clase GLS de gasolina con menos potencia, pero eso no quiere decir que le vaya a faltar fuerza en ningún momento: este motor V6 cuenta con 333 caballos y la caja de cambios automática 9G-Tronic, que también la monta el GLS 500 con su V8 y sus 455 caballos.
El tope de gama es el GLS 63 AMG, con el V8 5.5 Biturbo en su máxima expresión, capaz de entregar 577 caballos – en vez del cambio de nueve marchas, lleva una caja de cambios de siete marchas, también automática.Como también ocurre con el GLE, en el GLS el diesel sirve de modelo de entrada ya que es tanto el menos potente como el más barato de todos: el GLS 350 d genera 258 caballos de potencia con un motor V6 turbodiesel. Por lógica, es también el motor que menos consume, con una media situada entre los 7,1 y los 7,6 litros a los cien.