IVA incluido Servicio en concesionarios oficiales Impuesto de circulación incluido Garantía incluida a nivel nacional Incluye matriculación
Empieza simple, pero se irá expandiendo
Aunque se fabrica en una planta de Renault, es Nissan quien se ha encargado de la construcción de la estructura y de todo el apartado mecánico (se comparten las transmisiones y los motores entre ambas marcas). Para las dimensiones que tiene, se maneja con bastante soltura en carreteras con baches o desniveles, así como inclinaciones del terreno según el medio británico Top Gear.
Tanto con motor gasolina como con diesel se ofrece con una potencia de 90 caballos – aunque el gasolina tiene una función overboost que le da cinco caballos más – con la que es capaz de moverse bien por velocidades de ciudad o carretera. Aunque el diesel tiene un peso mayor que el gasolina, esa diferencia no afecta en gran medida al comportamiento, por lo que con ambos motores gira bastante bien y tanto la dirección como los ángulos de caída funcionan de manera muy sincronizada.
Como todos los coches pequeños con motores diésel, emite un sonido bastante mayor que la variante de gasolina, pero hay otros coches de estas características en el mercado que hacen más ruido. Eso sí, con 90 caballos como potencia máxima acaba sufriendo a la hora de enfrentarse a una subida más empinada de lo normal, por lo que en carreteras de montaña puede verse comprometido con respecto a otros rivales.
En un principio, la oferta de motores del Micra se compone de dos propulsores de gasolina y un solo diesel. El 1.0G de 73 caballos es el menos potente de toda la gama mientras que el IG-T de 90 caballos es el que mejores prestaciones ha mostrado en los test de conducción. El Micra diesel monta el 1.5 dCi también con 90 caballos – estos dos últimos motores disponen de tecnología Start & Stop.
El 1.0G es el propulsor del que parten las versiones más baratas del Micra, tanto en acabado Visia como Acenta y Visia+. Del Visia+ en adelante es cuando entra en juego el IG-T con 17 caballos más, siempre conectado a una caja de cambios manual de cinco velocidades y sistema Start & Stop. Por desgracia, 90 caballos pueden considerarse pocos fuera de entornos urbanos, aunque al ser un motor turbo compensa con un buen par motor.
El 1.5 dCi ofrece buen par motor, pero con la misma potencia que el IG-T en lo que de verdad sale ganando es en el consumo medio, pues sigue teniendo los mismos problemas de empuje. Además es algo más ruidoso, pero por lo demás es una buena alternativa en caso de que el aumento de precio (1.700 euros entre ambos de entrada) se compense con un uso continuo en carretera.