Una berlina media premium con mucho equipamiento tecnológico y comportamiento refinado
En el Salón de Ginebra celebrado el pasado mes de marzo, Mercedes-Benz presentó varias novedades, entre ellas, la actualización del Mercedes-Benz Clase C, una berlina media del segmento D premium que se vende desde 2014 y que, ahora, ofrece un equipamiento tecnológico más completo y una nueva tecnología EQ Boost para motores de gasolina para seguir batallando con sus principales rivales, el BMW Serie 3 y Audi A4, sin olvidar a los Jaguar XE y Lexus IS.
Estéticamente, el nuevo Mercedes-Benz Clase C 2018 no presenta apenas cambios, o son muy poco perceptibles, con respecto al modelo precedente. Las principales diferencias las encontramos en unos nuevos paragolpes más dinámicos, una nueva parrilla frontal que será diferente dependiente del nivel de equipamiento, de una con efecto tridimensional hasta otra más deportiva. También muestra unos grupos ópticos con una nueva firma luminosa LED y, opcionalmente, puede equipar los faros Multibean LED más potentes.
La vista de perfil se mantiene intacta, aunque hay nuevos juegos de llantas y la zaga dispone de unas ópticas con nueva iluminación, aunque conserva la misma arquitectura del anterior modelo. La berlina media de Mercedes-Benz ofrece ahora dos nuevos colores en su paleta para la carrocería, el gris Mojave y un elegante verde Esmeralda.
El interior del Mercedes-Benz Clase C 2018, sin cambiar demasiado, presenta ahora un aspecto más refinado y transmite una sensación de calidad mayor. Para ello, se han empleado nuevos materiales de mayor calidad, como maderas y metal, hay una nueva pantalla más grande para el equipo de información y entretenimiento y un volante de nueva factura. El cuadro de instrumentos, por su parte, también es digital y hay nuevos elementos de confort.
Bajo el capó, la nueva berlina media de Mercedes-Benz llega al mercado, por el momento, con dos motores, uno de gasolina de 194 caballos y otro diésel de 184, ambos de 4 cilindros turboalimentados y asociados a un cambio automático de nueve relaciones. El motor de gasolina dispone de un segundo motor eléctrico que sirve de apoyo al térmico y como alternador, mejorando los consumos.