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Más lujoso y tecnológico
El interior del Mercedes-Benz Clase C 2018 luce ahora un aspecto más lujoso y tecnológico que el modelo de 2014. Aunque el diseño permanece invariable, sí hay algunas diferencias en la ornamentación y en el empleo de nuevos materiales que mejoran y mucho la sensación de calidad percibida.
Hay nuevas molduras decorativas en el salpicadero y puertas y la consola central puede estar recubierta de una pieza de madera de raíz de nogal o antracita de poros abiertos, que acentúa el lujo en el habitáculo. En la parte superior del salpicadero, sigue apareciendo la pantalla del sistema multimedia como si fuera una tablet superpuesta. De serie tiene 7 pulgadas y, opcionalmente, hay otra más grande.
También es opcional el nuevo cuadro de instrumentos digital, configurable en tres formatos. De origen, viene con un cuadro de relojes analógicos. El volante es de nueva factura, con una mejor empuñadura y tres radios. Ahora tiene mandos táctiles, incluido el del programador de velocidad activo, en lugar de controlar esta función desde una palanca detrás, como en el modelo anterior.
Los asientos ofrecen un buen grado de confort y una capacidad de sujeción suficiente. Hay disponibles, de manera opcional, nuevas tapicería de cuero en varios colores y pueden tener regulación eléctrica, memoria, calefacción y masajes.
El espacio para los pasajeros es generoso, tanto en las plazas delanteras como en las traseras. Es un coche muy confortable para cuatro ocupantes. en las plazas traseras, hay espacio suficiente para las piernas y la cota en anchura es de las mejores de su segmento. Sin embargo, la plaza central es muy poco aprovechable, debido a la presencia muy invasiva del túnel central. También hay que tener cuidado al acceder al coche, porque el techo es bajo.
El maletero ofrece una capacidad similar al de sus principales competidores. En total, unos correctos 480 litros, aunque hay opciones mucho más económicas que ofrecen un volumen de carga notablemente mayor, como el Volkswagen Passat o el Skoda Superb.