Refinamiento en los asientos
A primera vista resaltan los asientos y el material del que están hechos, dando un toque de gran calidad pero que además son duraderos – el Clase V tiene una tercera fila de asientos que se puede plegar, como la segunda, para incrementar el espacio de carga disponible. El salpicadero tiene una forma de V redondeada en la que se apoya la caja de cambios y la consola central, dando lugar a un diseño bastante ingenioso a la par que ergonómico.
El sistema de infoentretenimiento es el mismo que en otros modelos de Mercedes-Benz y de hecho se presenta de una manera bastante similar, una pantalla táctil situada por encima de la consola central, apoyada sobre el salpicadero – es como tener una tablet al alcance de la mano derecha, en definitiva. El sistema multimedia es el mismo, teniendo acceso al navegador Command Online con posibilidad de emparejarlo con sistemas móviles, ya sean Android o Apple.
Como cabe esperar en un vehículo de estas dimensiones, el espacio es bastante generoso para todos los ocupantes – y pueden llegar a ser hasta ocho, así que no es moco de pavo. Los asientos son bastante cómodos y la marcha en sí también lo es. En la versión Marco Polo el suelo es de madera y se puede desplegar una mesa para poder comer dentro del propio Clase V con comodidad.
En configuración de cinco plazas, el Clase V corto es capaz de albergar hasta 2.400 litros cúbicos en su maletero mientras que el largo aumenta esa cifra a los 2.820 litros y la versión Extra Larga llega hasta los 3.200 litros. Cuando está levantada la tercera fila de asientos, los Clase V cuentan con 610, 1.030 y 1.410 litros cada uno.