Una oda al espacio y al confort
La habitabilidad que ofrece el C4 Grand Picasso es otro de los motivos principales por el que este monovolumen sigue siendo uno de los referentes de su segmento y de los que menos está notando el acoso de los atractivos SUV. Los espacios en el habitáculo son enormes y la información está dispuesta de muy buena manera, con dos pantallas en las que se pueden consultar varios datos de información sobre el coche. La botonería no es sobre-abundante y los materiales del salpicadero, pese a ser plásticos, son agradables tanto al tacto como a la vista.
Sin duda alguna este es uno de los puntos mejor trabajados del C4 Grand Picasso, y quizás ese sea uno de los motivos que lo convierten en uno de los monovolúmenes referentes del mercado, ya que con unas dimensiones que tampoco destacan por su gran tamaño, es capaz de aunar lo mismo o más que buena parte de sus rivales con centímetros extra en su carrocería. En primer lugar con una segunda fila de asientos en la que las tres plazas son independientes y pueden reclinarse o desplazarse con mucho recorrido de por medio. Lo mismo sucede con la sexta y séptima plaza en caso de incluir la tercera fila de asientos. El espacio para las piernas es muy grande y el de la cabeza supera con creces lo que se consideraría como 'lo correcto'.