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Un crossover Premium que puede ser gasolina, diesel o híbrido
Aquí difieren en gran medida las dos variantes del Clase GLC, pues una es excelente sobre asfalto y no muy buena fuera de él mientras que la otra es capaz de defenderse en los dos terrenos. Sobre el papel mejora sus características con respecto al Clase GLK, pues es hasta 80 kilogramos más ligero y su coeficiente aerodinámico es menor, lo cual influye no solo en sus prestaciones dinámicas sino también a que su consumo sea más reducido.
El GLC Coupé es un coche hecho para el asfalto, siendo un ejemplo la suspensión deportiva que trae de serie (en el GLC SUV también está, pero como opcional) y una suspensión neumática como extra. Ahora bien, sus ataques de ángulos de ataque y de salida no están para nada optimizados para su uso off-road. Otra desventaja que tiene es que no puede equipar el Paquete técnico Off-Road que incluye protecciones para los bajos y control de descenso de pendientes, algo que sí tiene el GLC SUV.
En los dos modelos se cuenta con tracción a las cuatro ruedas 4Matic de serie, pero en el GLC SUV se puede utilizar mucho mejor para zonas de campo, pudiéndose aprovechar tanto del Paquete técnico Off-Road como de la suspensión neumática. También cuenta con una buena caja de cambios automática de nueve velocidades, la misma que la del Clase E.
En las opciones de motorización del Clase GLC Mercedes-Benz ha preferido dejar disponibles diferentes vertientes en lugar de ceñirse a los tradicionales gasolina o diesel. En el mercado español tenemos tanto dos opciones gasolina como tres diesel y una variante híbrida.
De los dos motores gasolina disponibles para este coche, el más modesto es un cuatro cilindros en línea capaz de entregar 211 caballos: es el motor del GLC 250 – incluso el gasolina más básico cuenta con el cambio automático de nueve velocidades. El otro gasolina es el que se puede considerar como el tope de gama, el GLC 43 con sus 367 caballos provenientes de un motor V6.
De los tres motores diesel, se empieza con el GLC 220 d con sus 170 caballos seguido del GLC 250 d con 204 caballos, ambos con un motor de cuatro cilindros. El diesel más potente para el Clase GLC es el del GLC 350 d con 258 caballos, provenientes de un motor V6 turbodiesel.
La variante híbrida del Clase GLC utiliza el motor gasolina de cuatro cilindros unido a un motor eléctrico – el propulsor convencional tiene 211 caballos y el eléctrico 116). Esta variante es el único que tiene caja de cambios automática de siete velocidades en lugar del cambio de nueve marchas.