La máxima eficiencia
A pesar de ser un coche tan grande, con casi 5 metros de largo y que pesa más de 2 toneladas, el motor diésel D5 de 4 cilindros y 220 caballos responde muy bien, incluso cuando llevemos el XC 90 muy cargado, y no es muy ruidoso a velocidad de crucero gracias a la buena insonorización del habitáculo. En cambio, en fases de aceleración, sí se siente más ruido y se nota que bajo el capó hay un 4 cilindros. Sorprende la capacidad de empuje que tiene a bajas vueltas que lo convierte en un motor muy capaz en las recuperaciones.
La suspensión que monta de serie resulta muy cómoda y satisfactoria. Opcionalmente, hay unas suspensiones neumáticas que multiplican el nivel de confort, pero es necesario pagar 2.700 euros aparte y, las que equipa de serie, filtran extraordinariamente bien los baches y se muestra firme en carreteras sinuosas y puertos de montaña, en donde, a pesar de la envergadura del coche, se muestra muy estable.
Todos los motores, tanto diésel como de gasolina, están asociados a una caja automática firmada por ZF de ocho relaciones que tiene un funcionamiento muy bueno y permite extraer todo el potencial del motor. Los motores de gasolina T5 y T6 destacan por un silencio de marcha y una suavidad superlativa pero, por precio y rendimiento, el D5 se antoja es más apropiado.
El Volvo XC 90 dispone de una oferta de motorizaciones amplia, especialmente, en las versiones de gasolina, con potencias que oscilan entre los 190 y los 408 caballos. Sólo hay dos motores diésel, de 190 y el mencionado de 225 caballos, que mueven bien al SUV sueco, pero algunos de sus máximos competidores ofrecen opciones diésel de mayor potencia. También hay hueco para una mecánica híbrida y enchufable de 408 caballos. Por otro lado, la tracción es a las cuatro ruedas en todas las versiones, salvo en la D4 de acceso, que es delantera.
En el primer escalón de los motores de gasolina, dispone del bloque T5 que entrega 254 caballos, acelera de 0 a 100 km/h en 8’2 segundos y obtiene un consumo medio oficial de 7’6 litros. En segundo lugar, está el T6, con 320 caballos, una aceleración de 0 a 100 km/h en unos extraordinarios 6’5 segundos y un consumo mixto homologado de 8 litros.
La oferta de gasóleo la conforman el motor D4 de 190 caballos, que empuja al XC 90 hasta los 100 km/h en 9’2 segundos y declara un consumo medio de 5’2 litros. El siguiente es el D5 de 225 caballos, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 7’8 segundos y un consumo medio homologado de 5’7 litros.
Se trata de un bloque T8 Twin Engine compuesto por un el mismo motor del T6 de 320 caballo al que se le añade otro eléctrico de 88 caballos que, juntos, entregan 408 caballos. Este propulsor es capaz de empujar al XC 90 hasta los 100 km/h en 5’6 segundos y declarar un consumo medio de sólo 2’ litros.