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Cuatro motores de gasolina y dos diésel
Si decimos que el Mercedes-Benz CLA Shooting Brake se aleja de los modelos más conservadores de la marca por su diseño, lo mismo podemos decir en cuanto a su comportamiento en carretera. Hay que recodar que monta una plataforma con tracción delantera, la misma del Clase A y Clase B, por tanto, Mercedes quiere dejar la tracción trasera para sus coches más grandes.
El comportamiento del familiar compacto es más dinámico de lo que se espera, gracias a un excelente chasis, que permite circular por autovía con mucha comodidad, con la sensación de viajar en un coche más grande, y también sacarle el máximo partido en carreteras de curvas. Pese a la tracción delantera, la electrónica interviene en todo momento para que no se muestre subvirador. Hace unos giros bastante planos y las suspensiones contienen muy bien la carrocería, a la vez que filtra correctamente los baches.
Opcionalmente hay una suspensión más deportiva que acentúa el dinamismo del coche, pero sin mermar la capacidad de absorción de las imperfecciones de la vía. La dirección es precisa, rápida e informativa. Los motores tienen potencia suficiente para divertirse en carreteras de montaña. Ya con el diésel de 136 caballos o el gasolina de 122 caballos se pueden encontrar sensaciones deportivas.
Según la motorización, puede montar un cambio manual de seis relaciones o automático de doble embrague con siete marchas. La caja automática tiene un funcionamiento muy bueno en modo automático, pero si optamos por el modo secuencial, limita las capacidades del coche en conducción deportiva, porque no permite reducir de marcha, hasta un régimen de giro idóneo. No es algo que suponga un problema para nadie, pero es la única pega que se le puede hacer a un cambio muy correcto.
El Mercedes-Benz CLA Shooting Brake se ofrece con una interesante gama de motores, compuesta por cuatro opciones de gasolina y dos diésel, todo de 4 cilindros turbo. Según versiones, van asociados a un cambio manual o automático 7G-DCT de doble embrague, de siete relaciones que transmite el par al eje delantero o a las cuatro ruedas.
La oferta de gasolina comienza con el CLA 180, un 1.6 litros con 122 caballos y 200 Nm entre 1.250 y 4.000 rpm. Acelera de 0 a 100 km/h en 9 segundos y declara un consumo medio de 5’5 litros. Le sigue el CLA 200, con el mismo motor pero que entrega 156 caballos y 250 Nm de par. Alcanza los 100 km/h en 8’2 segundos y declara un consumo mixto de 5’6 litros. El tercero es el CLA 250, en este caso, un 2.0 litros asociado exclusivamente a la tracción total 4Matic y cambio automático. Entrega 218 caballos y 350 Nm de par entre 1.200 y 4.000 vueltas.
Por último, hay un cuarto motor más potente para la versión CLA 45 AMG, con 381 caballos y 475 Nm entre las 2.250 y las 5.000 rpm. Acelera de 0 a 100 km/h en 4’2 segundos y homologa un consumo medio de 6’9 litros.
La gama diésel la compone un único motor 2.2 litros con dos niveles de potencia. Por un lado, el CLA 200 d, con 136 caballos y un par motor de 300 Nm en 1.400 y 3.000 vueltas. Alcanza los 100 km/h en 9’5 segundos y consume una media de 4’2 litros. Por otro lado, el CLA 220 d, con 177 caballos y 350 Nm de par entre las 1.400 y las 3.400 rpm. Hace el 0 a 100 km/h en 7’7 segundos y declara 4’1 litros de consumo medio.