Motor Mercedes-Benz AMG GT

Un V8 capaz de todo

En Carnovo:
  • IVA incluido
  • Servicio en concesionarios oficiales
  • Impuesto de circulación incluido
  • Garantía incluida a nivel nacional
  • Incluye matriculación

Opinión de Mercedes-Benz AMG GT

Si en el interior se notaba que era un Mercedes-Benz, a la hora de la verdad para un coche de máximas prestaciones se nota que es obra de AMG y está preparado para pelear con Audi, Porsche o Ferrari, entre tantos y tantos fabricantes fuertes. La gran tecnología con la que cuenta hace que pueda pegarse al asfalto, reaccione de fábula (tanto en la dirección como en la suspensión) y gracias al diseño de las suspensiones y el reparto de peso, es un coche que se puede llevar muy al límite.

Hay que tener en cuenta que es un coche bastante ancho, por lo que se necesitan vías anchas – por no decir meterlo en circuitos – para disfrutar de él al máximo y exprimir hasta la última gota de su potencial. La respuesta del motor es también espectacular, pues pese a que se trata de un motor V8 turbo reacciona casi con la misma velocidad que lo hace un motor atmosférico.

En el caso del GT S, que es el que se espera que acapare el grueso de las ventas – mayor potencia que el GT por un poco más de precio, entre otras muchas ventajas – cuenta con una serie de diferentes configuraciones de chasis y mecánica. En el caso del GT R no se trata ya de un simple paso adelante respecto al GT S, sino de una bestia que nada tiene que envidiarle a la versión de carreras.

El motor que monta el GT es un V8 Biturbo de gasolina 4.0 en todas sus versiones, acoplado a una caja de cambios de siete marchas y doble embrague – esto es cada vez más habitual en los modelos de Mercedes-Benz, pero en este caso es una variante deportiva que trabaja a un ritmo mucho mayor del habitual. Se trata del motor M178, la variante de cárter seco del M177 que utiliza el C 63 AMG, el tope de gama del Clase C.

Este motor responde al mismo tiempo a la tendencia del mercado del downsizing para bajar las emisiones de CO2, siendo el sustituto del 6.2 atmosférico del SLS. Tanto en el GT como en los GT S o GT R tiene potencia de sobra (al menos para una carretera convencional) con 462 caballos en el modelo normal y 510 caballos en el GT S. En el caso del GT R el motor llega a exprimirse aún más, siendo capaz de alcanzar hasta 585 caballos cortesía de los dos turbos BorgWagner.

La caja de cambios en sí también ha sido modificada en el GT R, siendo más corta para que las aceleraciones sean aún más brutales (la primera marcha es más larga para que pueda utilizarse de manera más óptima en curvas cerradas). Aunque hay cajas de cambios mejores, mejora mucho respecto al SLS en su comportamiento.