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Un único motor
El GT86 2018 logra unas sensaciones de conducciones espectaculares, muy difícil de igualar incluso entre otros vehículos deportivos de diferentes concesionarios dentro del mercado actual. Desde un principio se decidió, con bastante acierto, que el GT86 no llevaría turbo, que no sería tracción total (algo cada vez más común en deportivos de alto nivel para mejorar el paso por curva) y llevaría neumáticos estrechos, que además de darle un feeling concreto hace que se sienta más ligero.
El reparto de pesos, el equilibrio de los frenos, el comportamiento del motor, el de las suspensiones, la dirección…todo ha sido puesto en bandeja para que el conductor pueda sentir en sus manos una gran máquina para pilotar, sentirse a gusto al volante y poder exprimir el conjunto tanto como desee. Sin duda, el manejo y las sensaciones al volante son su punto fuerte.
En comparación con su hermano gemelo, el Subaru BRZ, se supone que el GT86 es algo más blando y balancea un poco más dado que lleva unos reglajes de suspensión diferentes, pero lo cierto es que la diferencia es casi imperceptible. La diferencia es casi mínima, de hecho.
El GT86 2018 también es único dentro del mercado porque cuenta con un solo motor, un tipo de propulsor que hoy día no es nada de común encontrar: un 2.0 bóxer de admisión atmosférica de cuatro cilindros, rompiendo con la tendencia del downsizing. Lo que se consigue de manera indirecta es hacer que tenga un sonido más vibrante, más distinguido con respecto a los motores turbo que abundan en muchos coches de alta potencia de hoy día.
De hecho, el GT86 en sí no destaca por su potencia: tiene 200 caballos, menos que el Volkswagen Golf GTI o el Volkswagen Golf R, además de versiones de alto rendimiento de otros rivales como el Volkswagen Scirocco R o el Nissan 370Z. Eso sí, se coloca por encima de los 140 caballos del Fiat 124, de los 184 BMW 220i o de los 160 del Mazda MX-5 con su motor más grande.
Eso sí, el consumo no es uno de los más bajos de un coche que proviene de Toyota – una marca conocida por sus vehículos híbridos con poco consumo medio. En ciclo variado puede superar los 10 litros a los cien y en ciudad esta cantidad aumenta. Este coche, al contrario que otros modelos de marca japonesa, no cuenta con sistema Start & Stop en su motor.