Diversas ofertas de la gama Skyactiv
Teniendo en cuenta que se trata de un sedán de grandes dimensiones (o un familiar de grandes dimensiones, según se escoja uno u otro), el Mazda 6 cuenta con una gran movilidad y agilidad en carretera. Las mismas características que se pueden tomar del Mazda 3 o del MX-5 han sido adaptadas al 6, comenzando tanto por el equilibrio de la suspensión entre estabilidad en curvas y confort para pasajeros o por la precisión y el feeling que da la dirección.
En el tren delantero actúa de manera discreta – de hecho, apenas llega a notarse en marcha, pero funciona – el G-Vectoring, un sistema de Mazda que redistribuye el par que llega a las ruedas delanteras para que pueda optimizar su tracción y de este modo tome mejor las curvas. Un aspecto muy bueno de este G-Vectoring es que no es un extra, sino que viene de serie.
Hay más material aislante tanto en las puertas como en el techo del coche y en la zona inferior de la carrocería, reduciendo el ruido del viento. Para mitigar más las vibraciones (y de paso mejorar la respuesta del acelerador), Mazda incorpora los sistemas Natural Sound Smoother, Natural Sound Frequency Control y High-Precision DE Boost Control.
La tecnología Skyactiv ha sido el protagonista absoluto de los motores de Mazda desde que llegó hace algunos años, siendo ahora la que se utiliza en todos y cada uno de los motores de la marca japonesa. El Mazda 6 utiliza propulsores gasolina atmosféricos – llevando la contra a la moda del downsizing con motores 2.0 o superiores mientras que los Mazda 6 diésel son propulsores turboalimentados.
La oferta del 6 comienza con el 2.0 de 145 caballos acoplado a la caja de cambios manual de seis marchas, aunque también aparece después un 2.5 con 192 caballos y cambio automático de seis marchas. Los dos motores funcionan bastante bien, siendo la mayor diferencia el rendimiento que ofrece el 2.5 cuando sube de vueltas con respecto al 2.0. Además, el 2.5 con casi cincuenta caballos más no es mucho más caro, por lo que es una opción a tener en cuenta.
Los Skyactiv-D tienen la peculiaridad de tener un comportamiento más similar a los gasolina que otros motores diesel sin que por ello tengan que renunciar a unas buenas cifras de consumo de combustible o de emisiones de gases. Existen dos variantes del propulsor 2.2, uno con 150 caballos y otro con 175 caballos – también pueden llevar el cambio manual y el automático.