Se desenvuelve en un mercado duro
El Kia Sportage constituye la apuesta de la marca surcoreana en el segmento de los todoterrenos de tamaño compacto, encontrándose en la zona media dentro de la gama, enfrentándose de manera directa a rivales como el Hyundai Tucson, el Peugeot 3008, el Volkswagen Tiguan, el Ford C-Max o el Renault Kadjar. El modelo de 2016 ha logrado actualizar el Sportage para equipararlo con la gama actual como en términos de estética como de tecnología.
El Kia Sportage es otro de esos coches SUV que se han vuelto común en las carreteras con el paso de los años pese a no haber hecho apenas ruido, pues se trata de un todoterreno compacto de prestaciones similares a otros en el mercado. No obstante, con el paso del tiempo Kia ha conseguido que el Sportage se posicione de manera firme en su segmento correspondiente, tanto es así que a su vez el Kia Sportage ha contribuido a consolidar la marca surcoreana en el mercado.
Esta cuarta generación se caracteriza a nivel de diseño exterior por ser uno de los que ha iniciado la nueva imagen de la marca: un frontal agresivo con una parrilla de gran tamaño, conocida como el ‘morro de tigre’, acompañado por dos faros delgados y afilados como si de colmillos se trataran. Por detrás tiene una apariencia más habitual, con dos faros unidos por una línea (cromada o del mismo color de los faros según la versión) que se sitúa sobre el logo de la marca.
En su gama se ofrece un equipamiento muy variado, al igual que el SUV pequeño de la marca, el Kia Stonic, teniendo varias opciones gasolina o diesel (se espera una variante híbrida en el futuro) además de tener tanto cambio manual como opciones con cambio automático.