IVA incluido Servicio en concesionarios oficiales Impuesto de circulación incluido Garantía incluida a nivel nacional Incluye matriculación
Un repertorio variado
La suspensión es bastante blanda, facilitando la comodidad de los pasajeros, pero aún así tiene la rigidez necesaria como para evitar balanceos excesivos de la carrocería – todo un logro teniendo en cuenta que el coche mide más de metro y medio de altura con respecto al suelo. La carrocería, a su vez, está más insonorizada que en la generación anterior y la cremallera de la dirección está situada en una posición más óptima para no transmitir los golpes sobre las ruedas según Kilómetro 77.
Hasta ahora, el Soul venía tan solo con un motor diésel y otro gasolina, dos propulsores sencillos que rondaban los 130 caballos de potencia y servían para que el pequeño monovolumen pudiera moverse con soltura tanto por carreteras y autopistas como por entornos urbanos. Ahora bien, en estos últimos años ha ido añadiendo más variantes en su repertorio.
Hasta ahora, el Soul tenía como representante de los gasolina el 1.6 GDI de 132 caballos, un motor tranquilo que era el tope de gama en el modelo de 2014. Ahora bien, Kia ha añadido el motor 1.6 T-GDI con el que es capaz de alcanzar los 204 caballos de potencia – este propulsor está acoplado a una caja de cambios automática de doble embrague con siete marchas.
El único motor diésel para el Soul sigue siendo el mismo que estaba disponible hasta el momento: el 1.6 CRDi de 128 caballos, el motor que se vende como modelo de entrada de hecho. Pese a ser el más básico, a menos que se vaya a usar mucho el Soul como coche de ciudad puede ser la opción recomendable, ya que su consumo es bastante bajo comparado con los gasolina.