Único con cinco plazas homologadas
El interior del nuevo Hyundai i10 es completamente diferente al anterior. Presenta un diseño más moderno y tecnológico, con un salpicadero presidido por una pantalla de 8 pulgadas desde el acabado Klass y compatible con Apple CarPlay y Android Auto. Con el nivel básico Essence, la pantalla es de 3,5 pulgadas. Esta pantalla no está del todo bien integrada, pero queda a una altura muy buena para la vista y unida al cuadro de instrumentos. Éste es analógico, con un diseño tradicional de dos esferas y un display LCD en el centro con el ordenador de a bordo.
Debajo de la pantalla se sitúan los aireadores y, más abajo, se ubican los mandos para la gestión del climatizador. El puesto de conducción es correcto y ergonómico, todo está al alcance y la visibilidad es muy buena, gracias también a que se ha rebajado la línea de cintura. El salpicadero está revestido por una moldura de plástico que puede ir en negro, gris o efecto metalizado. La sensación de calidad general del habitáculo es bastante buena, todos los plásticos son duros, como es normal en este segmento, pero tienen un tacto suave.
La habitabilidad está muy bien trabajada en este pequeño urbanita. Es el único modelo del segmento A homologado para cinco ocupantes, a partir del acabado Klass. Con el Essence, solo pueden viajar cuatro pasajeros. Es verdad que no goza de una gran distancia en anchura y que la plaza central trasera está pensaba más para salir de un apuro o para un niño pequeño, que para viajar. Pero ninguno de sus rivales cuenta al menos con esta opción.
Por otro lado, el maletero cuenta también con un volumen generoso, al alcanzar los 252 litros, lo que sitúa al Hyundai i10 entre los mejores de su segmento. El umbral de la boca de carga se ha rebajado para facilitar la maniobra de carga y descarga, la bandeja se puede colocar en dos posiciones y los respaldos de los asientos traseros se pueden abatir fácilmente con una mano.