Sin nada especial
Dentro del habitáculo del Punto no hay grandes novedades o elementos que se puedan considerar únicos ya que es un modelo que no se ha renovado desde 2012 y apenas ha recibido cambios sustanciales desde 2005 – claro que ha recibido algunos retoques en el habitáculo en estos últimos doce años. No obstante, no hay pantallas táctiles de grandes dimensiones o un diseño innovador de la consola central, sino un ordenador de a bordo algo más abajo que en la mayoría de modelos.
Por tanto, no es que tenga grandes elementos de infoentretenimiento, pero lo que sí sobresale – en el sentido literal de la palabra – es un navegador portátil que se sitúa en un brazo que sale del centro salpicadero. Aunque es algo pequeño, resulta fácil de manejar en la práctica.
Como es lógico suponer, el habitáculo del Punto no ha evolucionado mucho en términos de espacio con respecto al Grande Punto que diseñó Giugiaro en 2005, pero lo cierto es que hay espacio suficiente para personas de altura normal en las plazas traseras, además de una serie de compartimentos repartidos por varios puntos. Si había algo en lo que no hacía falta hacer grandes cambios era aquí, teniendo en cuenta que ya de por sí es un segmento B.
El Punto sufre aquí también la falta de desarrollo, pues pese a ser de los utilitarios más largos del mercado – emparejado en 4,065 metros con el Kia Rio y superado solo por los 4,084 metros del Renault Zoe – su maletero es de 275 litros. Aunque se coloca a la altura del Mazda 2 (280 litros) o el Alfa Romeo MiTo (270 litros), hay coches más cortos que le superan en gran medida. Algunos de ellos son el Hyundai i20 (326 litros), el Citroën C3 (300 litros) o el Seat Ibiza (355 litros).