Sin florituras y con mucho sentido común
El interior del Seat Toledo se parece mucho al del Skoda Rapid. De hecho, como señalan en la prueba de coches.net, la única diferencia se encuentra en el volante, donde aparece el logotipo de la marca española. Esto no quiere decir que sea un interior malo, sino todo lo contrario, porque ofrece mucho confort en su habitáculo y los espacios son suficientes para transportar objetos personales de todo tipo.
En cuanto a la pantalla del navegador -que viene de forma opcional en el acabado Style- está situada en una posición más baja de lo normal, por lo que hay que mover la vista más de lo debido para observar las indicaciones del GPS. Por otro lado, los materiales del salpicadero reflejan calidad y robustez, algo que no siempre se encuentra en berlinas que no responden a los conceptos del segmento más premium.
Su cometido no es otro que el de transportar a cinco pasajeros de manera cómoda durante muchos kilómetros y eso es algo que casi consigue el Seat Toledo. La segunda fila de asientos se beneficia de tener bastante espacio delante para apoyar las piernas cómodamente, aunque en caso de sumarse un quinto pasajero, es recomendable que este sea de talla menuda, ya que el posavasos situado en el medio le quita espacio a las piernas y puede no ser del todo cómodo si el acompañante es una persona de talla media-alta. En cualquier caso la comodidad está a la orden del día y el Toledo es un candidato más que digno para devorar kilómetros sin ton ni son.
El Seat Toledo es uno de los coches baratos y grandes que mejor juega la batalla de la funcionalidad en su maletero. Cuenta con 550 litros de capacidad, más que suficientes para realizar largos viajes con equipajes más bien grandes. Al compartir plataforma con el Skoda Rapid, también cuentan con el mismo espacio en su maletero. Ambos son los dominadores de la materia en su segmento, por delante de modelos como el Citroën C-Elysée o el Hyundai Elantra.