Calidad y atmósfera premium
El interior del BMW Serie 3 desprende una atmósfera premium por los cuatro costados. La calidad percibida es sensacional, con materiales nobles como aluminio y madera en el salpicadero y otras partes del habitáculo, y un nivel de ajustes excelente. El puesto de conducción es bajo, lo que permite estirar más las piernas y ahondar en la sensación de deportividad. En el centro del salpicadero destaca una moldura que puede ser de aluminio o madera, según acabados, con las rejillas del aire del climatizador. Encima, la pantalla táctil de 6’5 pulgadas de la radio BMW Professional. Opcionalmente, la pantalla puede ser más grande. Desde ella, se manejan diferentes funciones y parámetros del coche. Debajo, quedan ubicados los mandos de la radio y el climatizador.
Entre los asientos hay una consola central, con un mando desde el que se controla la pantalla del sistema multimedia y la palanca del cambio, ya sea manual o automático. El cuadro de instrumentos proyecta toda la información del vehículo de manera muy clara, con la presencia destacada de las dos esferas del velocímetro y el cuentavueltas.
El BMW Serie 3 puede albergar a cuatro pasajeros con comodidad y espacio suficiente, tanto en las plazas delanteras como en las traseras. En éstas, en cambio, la plaza central es poco aprovechable, por la dureza del respaldo del asiento y por el intrusivo túnel de transmisión que elimina mucho espacio a las piernas. el resto de las plazas, presenta un buen espacio para piernas y cabera, aunque hay alternativas, incluso más baratas, que ofrecen mayor amplitud, como el Volkswagen Passat.
Tiene un maletero con 480 litros de capacidad. Es la misma capacidad del Audi A4 y el Alfa Romeo Giulia y es mayor que la del Mercedes Clase C, que tiene 460 litros. No obstante, otras berlinas de categoría inferior, como el Volkswagen Passat o el Ford Mondeo ofrecen mayor volumen en el maletero.