Un clásico roadster confortable y lujoso.
La tercera generación del BMW Z4 cambia radicalmente con respecto a las dos anteriores. Comparte desarrollo con el nuevo Toyota GR Supra, aunque con una puesta a punto diferente. Mide 4,32 metros de largo, 1,86 de ancho y 1,30 de alto. Sus principales rivales son el Audi TT Roadster, el Mercedes-Benz SLC, el Porsche 718 Boxter y el Jaguar F-Type.
En cuanto a la vista exterior, uno de los cambios más importantes que introduce el nuevo BMW Z4 es el regreso al clásico techo de lona, que sustituye al metálico retráctil de las dos generaciones anteriores. Esto le da un toque de elegancia pero, también ayuda a reducir el peso. El frontal es agresivo, con una mirada desafiante que provocan los nuevos faros LED oblicuos. Las rejillas de la parrilla de doble riñones cambian, en función del acabado, pueden ser negras o cromadas. La línea de cintura es bastante alta, lo que le da mucha sensación de robustez. Destacan los nervios que parten de la salida de aire lateral, que ascienden hacia la zaga. La parte posterior es muy musculosa y las ópticas horizontales dan una mayor sensación de anchura.
En el interior del descapotable de BMW encontramos un habitáculo en el que se respira deportividad y confort a partes iguales. Tiene una posición de conducción muy baja, pero resulta, a la vez, muy cómoda. El nivel de acabados y ajustes es el esperado en un BMW y tampoco falta todo el despliegue tecnológico, como en los últimos modelos de la marca. El maletero cuenta con 281 litros de capacidad, lo justo para una escapada de fin de semana.
El BMW Z4 2019 está a la venta con tres mecánicas de gasolina, de 197, 258 y 340 caballos, asociadas a un cambio automático de ocho relaciones Steptronic, excepto la versión menos potente, que también se puede pedir con cambio manual de seis relaciones. Aunque está construido sobre la misma plataforma del Toyota GR Supra, tiene un comportamiento en carretera diferente, menos radical y más confortable.