Habitabilidad, lujo y muchos gadgets
BMW ha aprovechado este restyling para mejorar algunos elementos del interior del Serie 7 que tienen que ver con el equipamiento tecnológico y con los materiales de algunas zonas del habitáculo. En cambio, en lo que respecta al diseño, los cambios son muy sutiles. Es nuevo el volante, que cambia la disposición de los mandos multifunción. De serie, equipa la tapicería de piel Dakkota, pero ofrece otra opcional Nappa, con diferentes tipos de mullido, así como una opción más lujosa Individual Merino. También hay nuevas molduras de madera para el salpicadero y puertas y nuevas piezas con aspecto de cristal ahumado.
Todo ello genera un habitáculo de una calidad superlativa, como se espera en una berlina de lujo de este nivel y precio. También ha mejorado el equipamiento tecnológico, con un nuevo sistema operativo BMW Operating System 7.0 que mejora la interfaz y el funcionamiento de la pantalla de 10,25 pulgadas del sistema multimedia que es compatible con Apple CarPlay y Android Auto. Esta pantalla, como en el modelo precedente, obedece a las órdenes que damos mediante controles táctiles, gestuales y por voz, además de poder gestionarla con el mando Touch Command, ubicado en la consola central, y que también ha sido actualizado para ofrecer un mejor funcionamiento.
El sistema multimedia cuenta con diferentes programas destinados al ámbito laboral. Por ejemplo, el paquete Microsoft Office 365 for Business y Skype for Business. Mediante el sistema BMW Intelligent Personal Assistant, es posible manejar la mayoría de las funciones del vehículo por órdenes vocales, pronunciando “Hola BMW”. La segunda pantalla es el BMW Live Cockpit, un cuadro de instrumentos de 12,3 pulgadas, completamente digital, que también ha sido rediseñado, muy parecido al que estrenó el BMW Serie 3. Se puede configurar en varios formatos y presenta la particularidad de que la aguja del cuentavueltas se mueve de derecha a izquierda.
En términos de habitabilidad, la berlina de BMW no admite ninguna pega. Tanto las plazas delanteras como las traseras son muy espaciosas y, en ellas, se puede viajar tremendamente cómodo. Pero este tipo de coches están más pensado para ir como viajero en las plazas traseras, más que para conducir. Y es en la fila posterior donde el Serie 7 demuestra todo su poder a nivel de confort y tecnológico.
Se puede elegir con una banqueta tradicional para tres pasajeros o con dos plazas, dejando el espacio del centro para un gran reposabrazos con una consola, desde la que se extrae una Tablet Samsung con la que se puede manejar muchas funciones del vehículo, como la música, la radio, el equipo de audio, la navegación, masajes de los aisentos o la iluminación interior.
Así mismo, hay un túnel central con un módulo de climatización, con el que, además de controlar el caudal y la temperatura del aire, se puede ajustar la calefacción y ventilación de los asientos traseros, algo también opcional. También se pueden regular los asientos eléctricamente desde la consola central y, desde un mando situado en la puerta, subir o bajar las cortinillas de las ventanillas y la luneta trasera o abrir y cerrar el techo.
El maletero no es, quizá, un aspecto a destacar, teniendo en cuenta su gran tamaño. Anuncia una capacidad de 515 litros, siendo ligeramente superior al del Mercedes-Benz Clase S y Audi A8. No hace falta decir que hay alternativas mucho menos costosas y de segmento inferior con un volumen mayor, pero tampoco el volumen del maletero supone un argumento que decida la compra en este tipo de berlinas.