Muy tecnológico y más espacioso.
El interior del BMW Serie 1 2019 hereda la evolución tecnológica de los últimos lanzamientos de la firma alemana. Opcionalmente, el cuadro de instrumentos puede ser digital, con mucha información y clara, aunque el diseño del cuentarrevoluciones, con la aguja en sentido contrario, despista un poco. También es opcional el Head Up Display que proyecta toda la información directamente en el parabrisas, facilitando mucho su visualización.
En la parte superior del salpicadero, se ubica la pantalla táctil de sistema de infoentretenimiento. De serie es de 8,8 pulgadas y, opcionalmente, puede ser de 10,2 pulgadas. No está cien por cien integrada, pero se encuentra a una altura perfecta para no separar demasiado los ojos de la carretera. El sistema multimedia puede equipar, también de forma opcional, el navegador y se puede controlar por voz y gestos. Es compatible con Apple CarPlay, pero no con Android Auto, como en todos los modelos de la marca.
Como es habitual en BMW, la ergonomía está bien trabajada. La posición de la consola central es la correcta y está ligeramente orientada hacia el conductor. Los mandos de la climatización están separados de la pantalla, son físicos y están al alcance del conductor. La posición del volante también es buena, con los mandos multifunción claramente definidos. Poco que objetar en este apartado a la marca bávara.
Lo que no convence tanto, tratándose de un coche de este nivel y precio, es la calidad de algunos materiales del interior. Es cierto que la sensación general es muy buena y predominan los plásticos blandos y superficies acolchadas. Pero las zonas menos a la vista presentan plásticos de menor calidad y también encontramos superficies en negro piano que se ensucian muy pronto.
Una de las ventajas que ha encontrado BMW con la nueva plataforma de tracción delantera y motor transversal es una mayor habitabilidad a bordo para los ocupantes. En las plazas traseras ha ganado algo de espacio en anchura y distancia para las piernas. El espacio para la cabeza no es mucho. La posición central es menos práctica, como ocurre en la mayoría de modelos actualmente. En este caso, se debe a la presencia de un túnel de transmisión para las versiones con tracción total, que resta espacio en los pies. En general, son unas plazas traseras en la media del segmento.
Con un volumen de 380 litros, el maletero del nuevo compacto alemán gana unos 20 litros con respecto a la generación anterior. Es una capacidad similar a la de sus rivales, pero existen alternativas más económicas con mayor maletero. El portón puede tener apertura y cierre automático y deja una boca de carga amplia. Está equipado con ganchos y argollas para sujetar la carga y una toma de 12 voltios.