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Gama de motores reducida
En carretera, el Audi Q8 presume de un gran equilibrio entre confort y dinamismo. Teniendo en cuenta sus grandes dimensiones y su elevado peso, por encima de los 2.200 kilos, muestra un comportamiento sorprendentemente estable y ágil en curvas, en condiciones normales de conducción. Cierto es que, cuando se le exprime al máximo, es inevitable que se perciban las inercias de los movimientos, pero tampoco es un vehículo pensado para practicar una conducción deportiva.
Las suspensiones ofrecen un buen filtrado, aunque se dejan notar algunas imperfecciones de la carretera. Opcionalmente, hay otras dos de tipo neumática con dureza variable que mejoran la calidad de absorción. Una es normal, más confortable, y la otra más deportiva. Aplicando el modo Dynamic del Drive Select, la suspensión neumática rebaja la altura del coche en 15 milímetros, mejorando las reacciones en carretera. Con el modo Off-Road, la suspensión eleva el coche hasta unos buenos 24,5 centímetros, que permiten salvar obstáculos con más facilidad en superficies difíciles.
Hay dos elementos que favorecen la agilidad del SUV coupé de Audi. El primero es la dirección, precisa y directa. El segundo es el eje trasero dirección, opcional, que permite girar las ruedas traseras hasta en cinco grados en el sentido contrario a las delanteras, cuando se circula a baja velocidad, o en el mismo sentido, a alta velocidad, mejorando la estabilidad en autovía.
El Audi Q8 destaca también por su excelente aislamiento acústico. El habitáculo es muy silencioso, apenas se nota el ruido del motor y del exterior. El motor diésel solo se percibe al ralentí y en los primeros instantes de aceleración, donde se muestra algo perezoso. Una vez en marcha, hay ausencia de ruido y vibraciones.
La gama de motores del Audi Q8 queda representada por dos opciones diésel y una de gasolina. Todos cuentan con la tecnología Mild-Hybrid, que consiste en un sistema de 48 voltios que alimenta un motor eléctrico de 16 caballos que actúa como motor de arranque y generador. No es un SUV híbrido, ya que el motor eléctrico no impulsa el vehículo, pero sí apoya al térmico en determinadas ocasiones, optimizando los consumos y, además, le permite lucir la etiqueta ECO de la DGT.
Todos los motores se combinan con un cambio automático Tiptronic de convertidor de par y ocho relaciones que traspasa la potencia a las cuatro ruedas, mediante la tracción Quattro.
El único motor de gasolina disponible es un V6 de 3.0 litros, que corresponde con la versión 55 TFSI. Entrega 340 caballos y 500 Nm de par, entre las 1,370 y 4.500 vueltas. Declara 8,9 litros de consumo mixto y unas emisiones de CO2 de 202 gr/km.
Los dos motores son V6 de 3.0 litros y cuentan con inyección directa y turbo de geometría variable. El primer es el 45 TDI, que entrega 231 caballos y 500 Nm de par motor. Consuma una media de 6,4 litros y emite 169 gr/km de CO2. El segundo es el 50 TDI, con 286 caballos y 600 Nm de par. Consume una media de 6,6 litros y unas emisiones de 172 gr/km de CO2.