Un SUV deportivo, a la vez que funcional
Siguiendo la estela del Audi Q8, la marca alemana presentó este año el segundo SUV deportivo de su gama, el Audi Q3 Sportback. Estamos ante un todocamino con carrocería coupé de 4,5 metros de largo, que compite con modelos como el Jaguar E-Pace, el Land Rover Range Rover Evoque, el BMW X2 o el Mercedes-Benz GLA.
Estéticamente, el diseño de este SUV coupé toma como punto de partida el Audi Q3, pero con algunos elementos que le dan un marcado carácter deportivo, especialmente, una caída del techo más pronunciada, propio de un coupé. Además, cuenta con unos pasos de rueda más grandes, un frontal más agresivo, con una parrilla más deportiva y una zaga muy musculosa, con un gran spoiler en la parte superior. Es 3 centímetros más bajo que el Q3 y eso hace que parezca más ancho.
El interior del Audi Q3 Sportback es prácticamente idéntico al del Q3, aunque la habitabilidad es peor en las plazas traseras, condicionadas por el diseño del techo. Aun así, hay buen espacio para tres adultos. El salpicadero luce la pantalla táctil del sistema multimedia y no falta tampoco el Virtual Cockpit del cuadro de instrumentos. Un aspecto muy destacable es que el maletero anuncia una capacidad de 530 litros, nada mal para ser un coupé.
A nivel de mecánicas, este todocamino deportivo de Audi se puede configurar con dos motores diésel, de 150 y 190 caballos, y uno de gasolina de 230 caballos. Todos se combinan con un cambio automático S-Tronic, de doble embrague, y tracción a las cuatro ruedas, excepto el diésel menos potente, que únicamente equipa tracción delantera.