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De momento, solo dos opciones
A nivel de conducción, el Audi A8 se sitúa entre un Mercedes-Benz Clase S y un BMW Serie 7. No se muestra tan silencioso como el Mercedes ni tan ágil en las reacciones como el BMW, pero mantiene un correcto equilibrio entre esos dos aspectos. El grado de confort es muy elevado con las suspensiones que equipa de serie, con regulación variable. En autovía el A8 se muestra muy cómodo, con una gran capacidad para absorber las irregularidades del asfalto y transmite una gran sensación de seguridad.
En carreteras de curvas el A8 no transmite reacciones torpes, pero se nota que es un coche muy grande y pesado con el que es fácil subvirar en la entrada en una curva si se coge con más velocidad de los normal, aunque el control de estabilidad pone rápidamente en su sitio a la berlina alemana. Opcionalmente, Audi ofrece las suspensiones activas Audi AI que funcionan de manera inteligente. Tienen una serie de funciones que permiten leer los baches y los obstáculos que hay en la carretera y anticipar las reacciones del coche. Con estas suspensiones, el A8 es un coche con un grado de comodidad excelso, sobre todo, cuando se viaja como pasajero en las plazas traseras.
Un capítulo aparte merece la dirección. Ésta es muy blanda y responde de manera inmediata a las órdenes del conductor, incluso cuando activamos el modo de conducción Dynamic del Audi Drive Select. Con mover un poco el volante, el coche gira mucho, lo que implica un periodo de adaptación previo. Esto se debe a un sistema de guiado de las cuatro ruedas, que es inteligente y varía en función de cada circunstancia. Este sistema ayuda a incrementar la estabilidad del coche en carreteras rápidas, a la vez que lo vuelve más ágil en carreteras estrechas y en ciudad.
De momento, los motores disponibles son los más pequeños, un V6 TDI de 286 caballos y otro V6 de gasolina de 340 caballos. Ambos mueven al A8 sobradamente y muestran una capacidad de aceleración muy contundente, especialmente en el diésel, gracias a los 600 Nm de par disponibles por encima de las 1.200 vueltas. Es casi como disponer de toda la fuerza del motor al ralentí. Lo mismo se puede decir del gasolina, que ofrece toda su energía un poco antes de las 1.400 vueltas pero, a diferencia del diésel, mantiene su rango de par mucho más tiempo, hasta las 4.500 revoluciones, mientras que el TDI deja de responder un poco antes de las 3.500.
El Audi A8 equipa un despliegue tecnológico como ninguna otra berlina del mercado y puede equipar una serie de sistemas de ayudas a la conducción que lo sitúan en el nivel 3 de conducción autónoma, el más alto hasta el momento. Aunque, en España, la ley no permite de momento el uso de algunos de esos sistemas de conducción. Una de las funciones más importantes es el asistente en atascos, Traffic Jam Pilot, que guía al coche de manera completamente autónoma, permitiendo al conductor despreocuparse del volante y los pedales y realizar otra actividad. Este sistema funciona a velocidad inferior a 60 km/h.
En 2018, llegará un sistema de aparcamiento asistido avanzado que detecta plazas de aparcamiento, a menos de 40 km/h, el conductor selecciona una desde la pantalla y el coche aparca automáticamente. Este sistema también puede aparcar solo en lugares subterráneos, como parking.
En el momento de su lanzamiento, el Audi A8 solo estará disponible con dos motores, uno diésel y otro de gasolina, ambos V6. Más adelante, llegarán otros propulsores de 8 cilindros y el tope de gama W12. También habrá hueco para una versión híbrida enchufable e-Tron. La potencia se traslada a las cuatro ruedas, mediante la tracción Quattro y todos los motores van acoplados a un cambio Tiptronic de convertidor de par y ocho relaciones.
Se trata de un 3.0 55 TFSI V6, sobrealimentado con turbo, que eroga 340 caballos y un par máximo de 500 Nm entre las 1.370 y 4.500 vueltas. Acelera de 0 a 100 km/h en 5’6 segundos y declara un consumo medio de 7’5 litros. Su velocidad máxima está limitada a 250 km/h.
En este caso tenemos un 3.0 50 TDI V6 de 286 caballos y un espectacular par de 600 Nm entre las 1.250 y 3.250 revoluciones. Alcanza los 100 km/h desde parado en 5’9 segundos y homologa un consumo mixto de 5’6 litros.