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Gran equilibrio entre potencia y consumo
Una vez arrancado el motor, una operación que se realiza mediante un botón, el Talismán ofrece un grado de comodidad muy elevado. Lejos de ser un coche de carácter deportivo, la berlina francesa está concebida para realizar una conducción tranquila y confortable. Para ello, dispone del sistema 4Control que gira las ruedas traseras en el mismo sentido de las delanteras cuando circulamos en autovía o en el sentido opuesto cuando lo hacemos a baja velocidad en ciudad. En el primer caso, cuando circulamos por carretera, las ruedas traseras viran unos grados en el mismo sentido que las delanteras para trazar mejor la curva. Cuando eso sucede, da la sensación de que estamos ante un coche más grande, con una mayor distancia entre ejes, y transmite una gran sensación de aplomo y estabilidad. En el segundo caso, al circular a baja velocidad, las ruedas traseras giran en sentido opuesto a las delanteras. En este caso, se produce la sensación contraria, parece como si el coche fuese más pequeño y aumenta la sensación de agilidad.
Gracias a este sistema, el coche muestra un comportamiento muy sólido y fiable en carretera. Pese a la tracción anterior, no subvira en absoluto y traza las curvas de una manera parecida a un vehículo con tracción a las cuatro ruedas. Para conseguir esas vivencias a bordo, también intervienen unas suspensiones que pueden ser variables y controlables mediante la electrónica. Hay que decir que el Talisman equipa un despliegue tecnológico casi de categoría superior que sólo se ven en coches de marcas premium. Un aspecto que dice mucho de Renault y de su esfuerzo por crear una berlina de gran calidad.
En este apartado tecnológico, no se puede pasar por alto el sistema Multi-Sense, que modifica diferentes reglajes, como la dirección, la respuesta del motor, el cambio cuando es automático y las suspensiones, además de elementos decorativos del interior, como la iluminación ambiental. Ofrece cuatro modos de conducción: Neutral, para una conducción normal, Eco, que busca obtener el menor consumo posible de combustible, Confort, especial para hacer viajes por autovías de la forma más cómoda, ajustando las suspensiones, y Sport, que endurece la dirección y la respuesta del motor es más inmediata. No obstante, hay que reseñar que, aun cuando conducimos en modo Sport, el comportamiento del Talisman está lejos de ser deportivo.
La pega la pone el cambio automático EDC de doble embrague del Talisman, cuyo funcionamiento, sin ser malo, a veces resulta impreciso y se muestra un tanto torpe. Tiende a subir de marcha rápidamente, mientras que, para reducir, se toma su tiempo.
En el apartado mecánico, el Talisman destaca por disponer de unos motores con diferentes niveles de potencia que ofrecen un comportamiento elástico y con buena respuesta desde bajas revoluciones, sobre todo, en las opciones turbodiésel. Además, los consumos del Renault Talisman son realmente bajos, incluso en las unidades más potentes.
Renault ofrece una única mecánica de gasolina con dos niveles de potencia. Se trata de un bloque de 1.6 litros turboalimentado con 150 y 200 caballos. En el primer caso ya ofrece buenas prestaciones, con un 0 a 100 km/h en 9’6 segundos y un consumo medio homologado de 5’6 litros.
La versión más potente, en cambio, alcanza los 100 km/h en 7’6 segundos y obtiene un consumo también de 5’6 litros. En ambos casos, equipa el cambio automático de siete velocidades.
En este caso se amplía la oferta disponible, que parte de un motor 1.5 turbodiésel que entrega 110 caballos, algo escasos para un coche de casi 5 metros pero que está pensada, especialmente, para los que busquen consumos muy reducidos. De hecho, la marca homologa para esta versión 3’6 litros a los 100 km de consumo mixto.
El siguiente nivel lo compone un bloque 1.6 turbodiésel de 130 caballos que mueve con más soltura al Talisman, acelera de 0 a 100 km/h en 10’4 segundos y alcanza los 205 km/h de velocidad punta, con un consumo declarado de sólo 3’9 litros con el cambio manual. Con el cambio automático, el consumo se eleva un poco, hasta los 4’2 litros en ciclo combinado.
En el tercer escalón, tenemos el mismo 1.6 pero con doble turbo y una potencia elevada hasta los 160 caballos. Se basta con 9’4 segundos para llegar a los 100 km/h y alcanza los 215 km/h de velocidad máxima. Su consumo homologado es de 4’4 litros. Esta mecánica siempre va asociada con el cambio automático EDC de doble embrague.
Según la versión, puede equipar un cambio manual de seis velocidades o automático EDC de doble embrague de siete marchas, para los de gasolina, y seis relaciones para los diésel.