De turismo a monovolumen
El Volkswagen Golf Sportsvan es una de las muchas versiones derivadas de las que se nutre en la actualidad la red de concesionarios de Volkswagen – no cuesta mucho adivinar que se trata de un monovolumen que parte de la base del Golf. El Golf Sportsvan es uno de los diversos coches familiares que tiene la marca alemana, peleando contra el BMW Serie 2 Active Tourer, el Opel Meriva, el Fiat 500L o el Ford C-Max, entre otros.
Entre el Golf de cinco puertas, el Golf Variant, el Golf Sportsvan y el Touran, Volkswagen muestra un repertorio que se ajusta a toda clase de necesidades para los clientes con el más alto grado de tecnología disponible en el mercado y una calidad de acabados muy elevada. El Golf Sportsvan constituye la apuesta en el segmento de monovolúmenes, aunque se aleja de la estética de monovolumen clásico para parecerse un poco más al Golf, siendo algo más dinámico.
Tanto en la línea, los faros delanteros como en los traseros las trazas son parecidas a las del Golf actual, salvando las diferencias de tamaño entre el turismo y el monovolumen. El diseño es menos agresivo y afilado, en parte porque no tiene la necesidad de buscar un toque tan deportivo como el Golf (así como sus variantes topes de gama, el Golf GTI y el Golf R) y en parte porque el Golf Sportsvan se lanzó en 2014 mientras que el Golf ha sido renovado en 2017.
El espacio que ocupa el Golf Sportsvan en el mercado es el mismo que tuvo años atrás el Golf Plus al que sustituye, también un Golf crecido de tamaño con la idea de ser más práctico y tener más espacio tanto para personas como para objetos. No obstante, el Golf Plus se cayó de la alineación de Volkswagen en 2013.