Su mayor punto fuerte
El Golf Sportsvan gana mucho en términos de amplitud del interior, siendo mucho más espacioso que el Golf o el Golf Plus al que sustituye a la vez que mantiene el nivel de calidad que se puede esperar en todos los modelos del Grupo Volkswagen y de la marca en sí. Los mandos se presentan de una forma simple, sencilla y ergonómica, siendo fácil de operar y con unos controles que se aprenden rápido.
Como otros modelos de la marca alemana, lleva una consola central con pantalla táctil, navegador incorporado y conexión Bluetooth de manera que se puede emparejar casi al momento con dispositivos móviles, tanto Android como Apple. En definitiva, si se conocen los coches del Grupo Volkswagen no debería dar muchas sorpresas, pero está lleno de elementos de bastante calidad que se van sumando a medida que se escala en los niveles de acabado.
Una de las mejores bazas para el Golf Sportsvan está en la amplitud con la que cuenta su segunda fila de asientos, una de las más espaciosas de todo el mercado (le batía el Skoda Roomster, pero ese modelo ya no está en el mercado de coches nuevos). Otra ventaja es que la batalla es 48 milímetros más grande que en el Golf habitual, habiendo más espacio para las rodillas. La fila trasera se puede desplazar hasta 180 milímetros hacia delante o hacia detrás.
El maletero del Sportsvan es de 500 litros, en lugar de los 423 del Golf Plus, superando a casi todos sus rivales monovolúmenes de tamaño similar: el Fiat 500L ofrece 455 litros, el Opel Meriva 400 litros, el BMW Serie 2 Active Tourer 468 litros, el Mercedes-Benz Clase B Sports Tourer 488 litros y el Ford C-Max 471 litros. Hay algunos que están por encima, como el Fiat 500L Living con 560 litros.