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Pura eficiencia
El Prius se siente un coche más ligero en su versión de 2016. Esto se debe, en primer lugar, al comportamiento de su motor. Tiene menos potencia que el anterior pero esto hace que su respuesta sea más directa a bajas vueltas, lo que influye positivamente en las sensaciones que transmite al volante. Además, las nuevas suspensiones también han mejorado y siguen siendo igual de blandas que en generaciones anteriores, por lo que la entrada a las curvas se puede realizar a velocidades elevadas sin que la carrocería balancee en exceso. En la misma línea, la dirección también es más ágil y directa, otro argumento más para hablar de un Prius más manejable y divertido.
Por otro lado, la versión más reciente suma un modo más de conducción denominado Power Mode, que también busca ese compromiso más deportivo con una respuesta del acelerador mucho más inmediata, y por tanto menos capacidad de reacción para acometer las maniobras. Un modo muy interesante si te encuentras un terreno propicio para exprimir todo el potencial que posee el Toyota Prius. Los consumos son relativamente bajos si realizas una conducción mixta que incluya tramos urbanos en los que las frenadas ayuden a recuperar la batería del sistema eléctrico y que por tanto no actúe demasiado el motor de combustión.
Como firme representante de los vehículos híbridos, el Toyota Prius se olvida de los motores diésel para escoger únicamente una mecánica de gasolina que trabaja junto a su homónimo eléctrico para mover el híbrido más vendido del planeta. Desde Toyota son conscientes que su nicho no es de grandes dimensiones y por este motivo no se comen mucho la cabeza a la hora de ofrecer más variedad de motores, en aras de ser embajadores de la máxima eficiencia.
Un único motor gasolina completa la gama de motorizaciones disponibles para el Toyota Prius. Se trata de un bloque de ciclo Atkinson y que cuenta con una cilindrada de 1.800cc. Le acompaña un sistema eléctrico y conjuntamente ofrecen una potencia de 122 CV, suficiente para mover toda la estructura del híbrido japonés. Este propulsor funciona gracias a una caja de cambios de tipo CVT. Acelera de 0 a 100 en 10,6 segundos y se estima que sus consumos de combustible son de 3,3 litros cada 100 kilómetros, ya que su naturaleza híbrida ayuda mucho a ofrecer estos regímenes tan bajos.