Un familiar poco común, ideal para los que no buscan lo último en tecnología
El año pasado, Subaru puso a la venta en Europa el Levorg para reemplazar al antiguo Legacy, la berlina más grande de la marca japonesa, que se vendía con carrocería de cuatro puertas y familiar. El Levorg, en cambio, solo está disponible en versión Wagon, con motor de gasolina y tracción total. Entre sus principales rivales, se encuentran el Skoda Octavia Combi, el Skoda Suberb Combi, el Volkswagen Passat Variant, el Audi A4 Avant, el Volvo V60, el BMW Serie 3 Touring o el Mercedes-Benz Clase C Estate.
A nivel estético, el Subaru Levorg resulta muy atractivo desde cualquier ángulo. Sus líneas son sencillas y mezcla un diseño elegante y muy deportivo a la vez. Lo que más llama la atención es su frontal, que recuerda claramente el WRX STI, especialmente en el capó, con una gran toma de aire en el centro. Los grupos ópticos tienen un diseño sencillo y discreto, con una firma luminosa LED en forma de C. La parrilla cromada hexagonal recuerda a la que empleaba Audi hace años.
En la vista lateral se aprecian las líneas homogéneas de la carrocería, sin recurrir a marcadas líneas de tensión ni a recursos estéticos de moda como un techo flotante o pintura bicolor. La línea de cintura es elevada pero no impide que la superficie acristalada sea buena. Las llantas de 17 pulgadas le dan un toque deportivo al perfil, mientras que la zaga es bastante convencional, recuerda a otros modelos de la marca japonesa y el elemento más destacado es el alerón y la salida de escape a ambos lados.
El interior no es tan avanzado tecnológicamente como otros de sus rivales, pero no se echa en falta nada tremendamente necesario. Cuenta con un equipo multimedia correcto, con una pantalla de un tamaño bueno, buenos materiales en general y una instrumentación más analógica que digital. El espacio en las plazas traseras es bueno, aunque no mejor que la mayoría de sus rivales y el maletero tiene una buena capacidad, con 522 litros.
Que el Subaru Levorg no es un familiar al uso se entiende cuando palpamos su extremadamente suave y silenciosa mecánica de gasolina de 4 cilindros bóxer y su extraordinario chasis, heredado del WRX STI, aunque con algunos retoques para que no sea tan radical. Pero es fácil entender el porqué de su comportamiento deportivo en carreteras de curvas y muy estable y aplomado en autovías, logrando un equilibrio casi perfecto.