IVA incluido Servicio en concesionarios oficiales Impuesto de circulación incluido Garantía incluida a nivel nacional Incluye matriculación
Oferta variada y con muchas opciones de combinación
Algo que ha mejorado Skoda en el Superb, con respecto a generaciones anteriores, es el peso, gracias al empleo de la plataforma modular MQB del Grupo Volkswagen. Eso hace que el motor 2.0 TDI de 150 caballos empuje con soltura y sea el ideal para este coche, asociado además al cambio automático DSG de doble embrague, que ofrece una respuesta muy suave y permite circular de manera muy relajada por autovías. La suavidad no sólo se percibe en el cambio sino, también en todos los parámetros de su excelente chasis en todo tipo de circunstancias, incrementado por el gran confort acústico.
Las suspensiones son bastante blandas y garantizan un confort supremo, lo que hace hincapié en la idea de coche pensado para viajar por autovía. No obstante, cuando nos metemos por carreteras estrechas de curvas y tenemos que exigirle más, el Superb nos sorprende con un comportamiento correcto, aunque, evidentemente, se perciben balanceos de la carrocería. Esto se puede corregir con el modo Sport del sistema de suspensión adaptativa opcional, que endurece los amortiguadores y la dirección y da una respuesta más alegre del motor. De esta forma, la berlina checa traza las curvas de manera rápida y segura, con un paso muy plano, apoyado en el sistema de control de subviraje y en el regulador del diferencial, ambos opcionales.
Una pequeña crítica al cambio automático es que, incluso cambiando las marchas de forma manual, está ajustado para circular siempre a bajo régimen y optimizar los consumos, así que no nos dejará exprimir las posibilidades de los motores. El cambio incluye un modo Eco que desacopla la marcha engranada cuando se circula en llano, para ahorrar combustible.
La gama de motores es muy completa, no tanto por la cantidad de mecánicas sino por las posibilidades de combinación. Hay dos motores de gasolina, de 150 y 180, caballos y tres diésel, de 120, 150 y 190 caballos. Y según versiones, se pueden combinar con un cambio manual de seis velocidades o automático de doble embrague DSG de seis o siete relaciones y con tracción delantera o a las cuatro ruedas. También existe una versión más deportiva llamada SportLine con 280 caballos y el cambio DSG con seis marchas. Todos los motores son de 4 cilindros y con turbo.
La oferta comienza con el bloque 1.4 TFSI de 150 caballos. Acelera de 0 a 100 km/h en 8’6 segundos y declara un consumo medio de 4’9 litros, asociado al cambio manual. en segundo lugar, está el propulsor de 1.8 litros que rinde 180 caballos. Alcanza los 100 km/h desde parado en 8 segundos y homologa un consumo oficial de 5’9 litros.
Por otra parte, Skoda ofrece una versión deportiva con un 2.0 TFSI de 280 caballos, asociado a un cambio automático de seis marchas y tracción integral, que alcanza una velocidad limitada a 250 km/h y acelera de 0 a 100 en 5’8 segundos, con un consumo medio oficial de 7 litros.
La gama de gasóleo está compuesta por dos motores. El primero es un 1.6 TDI de 120 caballos, con unas prestaciones discretas pero suficientes y un consumo muy bajo, sólo 4 litros a los 100 km. Se conforma con 11 segundos para alcanzar los 100 km/h desde parado. El segundo motor es un 2.0 TDI con dos niveles de potencias, 150 y 190 caballos. en el primer caso, puede acelerar de 0 a 100 km/h en 8’8 segundos y declarar un consumo medio de 4’1 litros, mientras que el más potente homologa el mismo consumo mixto y mejora sensiblemente las prestaciones.