Solo tres motores disponibles
La carrocería de berlina familiar nos da ya algunas pistas del comportamiento en carretera del Volvo V60. No es un coche para ir rápido, sino que está claramente enfocado para realizar una conducción relajada, pensado para largos viajes por autovías.
Hay tres opciones de suspensiones, aunque el tacto en general favorece siempre el confort por encima del dinamismo. La de serie es de muelles helicoidales y dureza fija. La segunda tiene un ajuste más firme y la tercera se llama Chasis Four-C, con tres programas distintos: Eco, Confort y Dynamic. Incluso en el modo Dynamic, el comportamiento del Volvo V60 dista mucho de ser deportivo. En esto influye también su elevado peso, superior a 1.800 kilos, lo que le resta agilidad.
Un punto negativo es la dirección, bastante lenta y poco precisa, obligando a girar mucho en las curvas. Esto, unido a su elevado peso y al tarado blando de las suspensiones, obliga al conductor de la berlina familiar sueca a tomárselo con calma. En cambio, a la hora de recorrer kilómetros por autovía, es de los coches más cómodos que hay en el mercado.
La calidad de rodadura es sobresaliente, la comodidad de los asientos hace que no queramos bajarnos nunca del coche y el aislamiento acústico está bien conseguido, aunque los motores diésel de 4 cilindros se escuchan bastante, sin llegar a ser una molestia.
La gama de motores del familiar de Volvo es escasa, al menos en el momento de su lanzamiento. Cuenta con dos propulsores diésel y uno de gasolina, todos de 2.0 litros y 4 cilindros turboalimentados. Más adelante, llegará un segundo motor de gasolina menos potente y dos híbridos enchufables. Según versiones, el cambio puede ser manual de seis relaciones o automático de ocho de tipo convertidor de par y la tracción es delantera, salvo el de gasolina, que cuenta con tracción a las cuatro ruedas.
El único motor de gasolina hasta el momento es el T6 que entrega 310 caballos y 400 Nm de par entre las 2.200 y 5.100 vueltas. Acelera de 0 a 100 km/h en 5¡8 segundos y declara un consumo medio de 7’4 litros. Está asociado al cambio automático y tracción total AWD.
En este caso encontramos el D3, de 150 caballos y 320 Nm entre las 1.750 y las 3.000 rpm. Acelera de 0 a 100 km/h en 9’9 segundos y homologa un consumo medio de 4’4 litros con el cambio manual y 4’5 litros con el cambio automático. En segundo lugar, tenemos el D4, con 190 caballos y 400 Nm de par, entre 1.750 y 2.500 vueltas. Alcanza los 100 km/h en 7’9 segundos y declara un consumo mixto de 4’4 litros y 4’6 litros en la versión automática.