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Muy deportivo
El interior del Nissan 370 Z muestra un aspecto bastante deportivo, aunque hay que decir que la calidad percibida en algunas zonas del habitáculo está por debajo de sus rivales. El salpicadero es uniforme y algo sobrio, al menos a la vista, aunque es agradable al tacto. En el centro, la consola central con la pantalla táctil recuerda a algunos modelos de Infiniti, la división lujosa de la marca japonesa. Su manejo se hace desde los botones ubicados en la superficie en torno a la pantalla, formando una especie de capilla, y no resulta muy cómodo. En este sentido, la ergonomía es mejorable. Debajo están los comandos para el audio y el climatizador.
El volante tiene tres radios y una buena empuñadura. Destaca el logo ‘Z’ y, en el caso de la versión Nismo, está recubierto de piel Alcántara que le da un aspecto mucho más deportivo. La instrumentación está dividida en tres secciones bien separadas y proyecta la información de manera clara. Los asientos son muy cómodos y, de serie, pueden ajustarse de manera eléctrica. En el caso de la versión Nismo, los asientos son de tipo baquets tapizados en cuero y Alcántara.
El 370 Z es un biplaza, así que no hay fila trasera. En su lugar, hay un hueco para depositar equipaje. El espacio en los asientos es muy bueno, incluso para ocupantes de estatura alta. La posición es muy baja, cercana al suelo, con espacio para estirar las piernas.
Cuenta con 235 litros, una capacidad pequeña, pero en la media. El problema está en las formas nada regulares del maletero que lo hacen menos aprovechable. Además, la boca de carga está muy elevada y dificulta la carga de equipaje.