IVA incluido Servicio en concesionarios oficiales Impuesto de circulación incluido Garantía incluida a nivel nacional Incluye matriculación
Salto a la era digital
Audi dio un salto importante hacia la digitalización del habitáculo con este TT, introduciendo, además, una tendencia que luego ha aplicado en sucesivos modelos que han llegado al mercado, como el Audi Q7, el A4 o el nuevo A8. Cuando las pantallas ocupaban cada vez más espacio en los salpicaderos, la marca alemana eliminó cualquier rastro de ella para su deportivo. De este modo, el TT luce un aspecto casi retro, con protagonismo de los tres aireadores circulares en la zona superior del salpicadero.
Estos aireadores sirven también como controles del climatizador y presentan un tacto exquisito, que habla claro del nivel de calidad y fabricación del coche. Absolutamente todo está hecho con un cuidado y un nivel de detalle que impresiona. Debajo de las tomas de ventilación, apenas hay unos botones físicos para las funciones más básicas. El resto se gestiona desde el Virtual Cockpit.
Consiste en una pantalla de 12’3 pulgadas colocada detrás del volante, desde la que se puede ver los relojes del cuentavueltas y el velocímetro y toda la información habitual en un cuadro de instrumentos. Pero, además, proyecta, si lo tiene, el navegador, el modo de conducción y todo lo concerniente al sistema multimedia. Esta pantalla es configurable en varias formas, por ejemplo, podemos elegir si queremos ver más grande el navegador, reduciendo el tamaño de los relojes.
El habitáculo ha ganado en espacio, respecto a la generación anterior. La altura al techo es buena, a pesar de medir solo 1’34 metros y los dos asientos pueden albergar a dos ocupantes altos. Detrás hay dos asientos, pero su el espacio es anecdótico. Dos adultos difícilmente podrán viajar ahí y tampoco están equipados con anclajes Isofix para sillitas.
No tiene un mal maletero, atendiendo a sus dimensiones y tipo de carrocería. Cuenta con 305 litros de capacidad, inferiores a los 335 de un Mercedes-Benz SLC. Sin embargo, abatiendo los asientos traseros, cuya utilidad es muy reducida, se superan los 700 litros, un volumen propio de grandes SUV.