Un habitáculo bien terminado
El interior del Nissan Qashqai es donde más se perciben las mejores realizadas. La calidad percibida es realmente buena, el salpicadero presenta un diseño limpio y ordenado, con plásticos de buena factura combinados con superficies más blandas en la zona superior. El puesto de conducción es elevado, como se espera en un SUV compacto, pero tampoco demasiado. Tanto el cuadro de instrumentos como los botones de la consola central y el salpicadero presentan un aspecto bastante ordenado. El volante también es nuevo. Ahora tiene la zona inferior achatada, algo parecido a lo que vemos en algunos coches deportivos. Sin embargo, la abundancia de comandos para manejar diferentes funciones del coche y del sistema multimedia, pueden despistar.
El espacio para los pasajeros del Nissan Qashqai es muy bueno aunque tampoco mucho más que en una berlina compacta normal. En las plazas traseras pueden viajar personas adultas sin dificultades de espacio aunque, la altura libre al techo no es tan buena, sobre todo, si equipa la opción del techo panorámico. Hay otras alternativas, como el Honda C-RV o el Subaru XV que mejoran en este apartado.
En este aspecto, el Nissan Qashqai no obtiene una buena nota. Ofrece un maletero de 430 litros, que no está mal, pero no mejora al de muchas berlinas compactas convencionales y está por debajo de varios de sus rivales directos. El Volkswagen Tiguan tiene 615 litros y el SEAT Ateca cuenta con 510 litros. No obstante las formas son muy aprovechables y cuenta con doble fondo en las versiones más equipadas.