Un clásico modernizado al más alto nivel
El Mini Countryman actual, la tercera generación del modelo desde que la marca británica entrase a formar parte del Grupo BMW, llega a los concesionarios de toda Europa y España desde este mismo 2017. El recién renovado Countryman, al igual que las versiones anteriores, queda calificado como vehículo crossover pequeño, lo que significa que se mete en un mercado muy competido, peleando contra el Fiat 500X, el Suzuki S-Cross, el Volkswagen Golf Sportsvan o el Nissan Qashqai.
El Countryman tiene a su vez un antecesor distante en el pasado: el Austin Mini Countryman que se fabricó en Gran Bretaña entre 1961 y 1969. La esencia es similar, tomando la base del Mini normal y alargar el chasis, convirtiendo además el clásico compacto de tres puertas en un vehículo de cinco puertas. De él ha heredado además los acabados en madera en las puertas traseras – aunque se hizo después una versión sin madera, la primera fue la que acabó siendo más popular en el mercado.
Este nuevo Countryman es bastante más ancho y más amplio en todos los sentidos, pues trata de ser la variante práctica dentro de la gama de Mini – es, por tanto, el Mini más grande de todos, por encima del Clubman, del Paceman, del Cooper y del One. A nivel externo mantiene las cualidades típicas de todos los Mini construidos por BMW, si bien los faros traseros van dejando de tener la forma redonda de la era clásico para ir variando y dando lugar a un diseño más moderno en definitiva.
El Countryman no es un modelo deportivo de por sí, pero aún así los ingenieros de la marca alemana han desarrollado una versión John Cooper Works, de manera muy similar a como se ha lanzado al mercado los Cooper S John Cooper Works con carrocería hatchback y cabrio. Además, el Countryman es la base del Mini All4Racing con el que X-Raid compite en el Dakar, habiendo llegado a ganar varias ediciones con pilotos como Nani Roma o Nasser Al-Attiyah.