Cuatro niveles sin depender del motor
Desde que apareció en el mercado en 2010, el Countryman ha conseguido hasta tres generaciones consecutivas la valoración de 5 estrellas en el test Euro NCAP: incluso con la tecnología de seguridad que tenía en su equipamiento en su versión inicial era capaz de conseguir mejores puntuaciones que otros vehículos lanzados al mercado varios años después dentro del segmento B, si bien hay que tener en cuenta las modificaciones en los criterios.
De serie cuenta con diversos asistentes a la seguridad como el aviso de colisión con función de frenado en ciudad, que puede llevar además el sistema Driving Assistant con control de crucero activo. A través de pequeñas cámaras es capaz de medir la distancia con los coches cercanos, enviarc una advertencia de peatones con frenado inicial, realizar las funciones de asistente de luz en carretera y detectar señales de tráfico para enviar la información al Head-Up Display.
Eso sí, el Head-Up Display (una lámina que muestra información al conductor en su campo de visión sin tener que desviarlo de la carretera) se cuenta como elemento opcional. Otros elementos opcionales son el control de distancia de aparcamiento, cámara marcha atrás y el asistente de aparcamiento, que mediante la cámara facilita las maniobras como en otros modelos de Mini y BMW.
De manera general, los Mini Countryman cuentan con cuatro acabados distintos: el nivel de entrada Salt, Pepper, Chili y el John Cooper Works Chili (el que lleva, como se puede deducir, el tope de gama John Cooper Works Countryman). Tanto el exterior como el interior cambia en cada acabado, aparte de las opciones o elementos que se escojan más tarde.
El primer nivel de acabado trae de por sí asientos regulables tanto para el asiento del conductor como para el del copiloto, así como faros antiniebla LED, climatizador y paquete de iluminación. Lleva varios paquetes extras como los JCW interior y exterior, el Paquete Wired, el Excitement Pack y el Driving Modes.
El segundo nivel de equipamiento añade unas llantas de aleación de 17 pulgadas, volante deportivo de cuero, reposabrazos delantero, acceso confort y el Excitement Pack incorporado. Los paquetes extras disponibles son los mismos que en el nivel de acabado Salt.
El penúltimo nivel de acabado, que comienza a acercarse ya a lo que ofrece el John Cooper Works, empieza con asientos deportivos tanto para el piloto como para su acompañante. Además de una combinación de tela y cuero negro y los faros LED delanteros, añade de serie los diferentes modos de conducción, el volante multifunción y el Paquete de Compartimentos como en el Pepper.
El primer elemento que añade el nivel de acabado final son las llantas de aleación de 18 pulgadas, además del sistema Performance Control y el volante John Cooper Works. A nivel externo también se destaca el kit aerodinámico que le da una apariencia más deportiva, así como el spoiler trasero por encima del cristal trasero.